Los reyes conocen la sentencia del caso Nóos en el museo Thyssen junto al presidente húngaro

Efe MADRID

ACTUALIDAD

SERGIO PEREZ | REUTERS

La Casa del Rey ha reafirmado hoy su «respeto absoluto a la independencia del poder judicial»

17 feb 2017 . Actualizado a las 14:53 h.

Felipe VI y la reina Letizia han tenido conocimiento del anuncio a las partes de la sentencia del caso Nóos mientras inauguraban en el Museo Thyssen-Bornemisza la exposición «Obras maestras de Budapest» junto al presidente de Hungría, János Áder, y su esposa, Anita Herczegh.

Numerosos fotógrafos y cámaras de televisión aguardaban a don Felipe y doña Letizia a la entrada del museo, en el céntrico Paseo del Prado de Madrid, donde los Reyes han llegado quince minutos antes de mediodía y han saludado sonrientes a autoridades y trabajadores del museo antes de recibir a la entrada a Ader y su esposa, que llegaban a pie desde el hotel en que están alojados.

Mientras esperaba la llegada de los Reyes, la baronesa Thyssen ha comentado a los periodistas que supone que hoy es «un día muy triste para ellos» y ha confiado en que «las cosas salgan bien», aunque en el momento en que la Audiencia de Palma ha comunicado a las partes la sentencia, don Felipe y doña Letizia se encontraban ya dentro del museo, mientras los informadores permanecían fuera.

«Respeto absoluto a la independencia del poder judicial»

La Casa del Rey ha reafirmado hoy su «respeto absoluto a la independencia del poder judicial» tras conocer la decisión de la Audiencia de Palma de condenar a seis años y tres meses de cárcel a Iñaki Urdangarin y de imponer una multa a la infanta Cristina por el caso Nóos.

A través de un portavoz, el Palacio de la Zarzuela ha hecho este pronunciamiento tras hacerse pública la sentencia del tribunal que ha juzgado el caso Nóos.

Zarzuela no ha querido hacer ningún otro comentario en relación con este asunto, ni sobre si la hija menor de don Juan Carlos debería o no renunciar a sus derechos dinásticos -ocupa el sexto lugar en la línea de sucesión-.

La renuncia a permanecer en la línea de sucesión al trono es una decisión personal de doña Cristina, por lo que no está en manos de Felipe VI.

Tanto la infanta como su marido fueron apartados por la Casa del Rey de toda actividad institucional a finales de 2011.