El viaje «low cost» de Urdangarin a Palma

La Voz

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Ballesteros | EFE

Algunos periodistas que hacían guardia en su domicilio de Ginebra se ofrecieron a acercarlo hasta el aeropuerto

23 feb 2017 . Actualizado a las 11:39 h.

Iñaki Urdangarin abandonó su domicilio de Ginebra a las 5 de la mañana de este jueves rumbo a los juzgados de Palma, a los que llegó a las 10.20 de la mañana para presenciarse en la vistilla de medidas cautelares tras la sentencia del caso Nóos. Algo más de mil kilómetros de distancia que cubrió como lo haría cualquier viajero. Con una mochila a la espalda y sin ningún lujo. Al cuñado del rey no le aguardaba ningún coche con escolta, si no que caminó unos pasos hasta la parada del bus más cercana y esperó a que llegara el transporte al aeropuerto de la ciudad suiza. Según informa el diario La Rioja, algunos de los periodistas que hacían guardia a la entrada de su domicilio incluso se ofrecieron a acercarlo, propuesta que rechazó con una media sonrisa.

Una vez en el aeropuerto, Urdangarin se subió a un avión operado por la compañía de bajo coste Easy Jet que despegó unos minutos antes de las 06.30. El vuelo aterrizó en territorio español alrededor de las 08.00 y, a diferencia de otras ocasiones, tomó la puerta de salida de la terminal como el resto de pasajeros. Allí le esperaba un Nissan Yuke negro que lo trasladó al centro de Palma.

La infanta, en Barcelona

La infanta Cristina ha entrado poco antes de las 9.00 de hoy en las oficinas centrales de la Fundación la Caixa en Barcelona, donde ha conocido los últimos acontecimientos sobre el proceso judicial contra Urdangarin.

El coche de la infanta Cristina, hoy en Barcelona
El coche de la infanta Cristina, hoy en Barcelona Marta Pérez | Efe

La infanta ha llegado a la sede central de la Caixa, en la avenida Diagonal de Barcelona, en un coche oficial con los cristales tintados, para atender su agenda como responsable del Área Internacional de la Fundación, como ya hizo ayer. La hermana del rey desarrolla habitualmente su actividad desde Ginebra, donde reside desde 2013 y desde donde coordina los programas de la Fundación «la Caixa» con agencias de la ONU, si bien en ocasiones su actividad le lleva a tener que desplazarse hasta su despacho en la capital catalana.