Declaran ante el juez dos hijos de la viuda de Sala y seis testigos más

EFE

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La hermana de la víctima ha sido la primera en declarar ante el juez y reiteró que estaba segura de que Miguel López era el culpable

24 feb 2017 . Actualizado a las 19:14 h.

Los dos hijos mayores de la viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM), que murió el pasado diciembre tras recibir dos disparos, han declarado este viernes ante el juez que lleva la investigación del crimen, en una jornada en la que también han comparecido media docena más de testigos.

El hijo primogénito del matrimonio Vicente Sala-María del Carmen Martínez, Vicente Sala Martínez, y su hermana María del Mar, han sido los últimos en estar ante el juez, sin que haya trascendido demasiado de lo que han explicado.

Vicente Sala ha respondido a las preguntas durante una hora y media, aproximadamente, en torno a sus manifestaciones anteriores en comisaría, donde había asegurado sentirse perjudicado por la muerte de su madre en el plano empresarial, porque le hacía perder el control de las sociedades familiares en detrimento de sus hermanas.

Los dos hijos de la víctima han sido dos de los testigos a los que el titular del Juzgado de Instrucción 7 de Alicante, José Luis de la Fuente, ha escuchado durante más de seis horas.

Ni los interrogados ni los distintos abogados personados en la causa han contestado a las preguntas de los medios que se agolpaban a las puertas del Palacio de Justicia de Alicante, a excepción de uno de los letrados de la acusación particular, la de Vicente Sala Martínez, el único hijo varón de la fallecida de cuatro hermanos.

Este abogado, Luis Corno, se ha detenido un momento para asegurar que la sesión había transcurrido «como era de esperar» y, aunque ha rechazado comentar el contenido de las declaraciones, ha indicado que «cada uno ha respondido lo que creía que tenía que responder».

María del Mar Sala Martínez, hija de la viuda del expresidente de Caja Mediterránea (CAM).
María del Mar Sala Martínez, hija de la viuda del expresidente de Caja Mediterránea (CAM). PEP MORELL | EFE

Su cliente, al igual que otros testigos, ha abandonado la sede judicial por una puerta trasera mientras que el presunto asesino, el yerno Miguel López, casado con la hija menor de la víctima, sigue en prisión preventiva desde que la Policía Nacional lo detuviera el pasado 8 de febrero a las puertas de su domicilio.

Los interrogatorios los ha abierto la hermana de la asesinada, Antonia, que fue la persona que la llevó al concesionario de coches regentado por el único detenido y propiedad de la familia, Novocar, donde recibió los dos disparos que acabaron con su vida, sobre las 18.30 horas del pasado 9 de diciembre.

Antonia Martínez declaró en su día a los agentes que estaba segura de que López era el culpable, al tiempo que contradijo en algunos aspectos esenciales la versión del sospechoso, por ejemplo en que éste hubiera dado a su suegra las llaves del coche que había acudido a recoger en presencia de ambas hermanas. Esta testigo se ha marchado entre lágrimas sobre las 11 horas al tiempo que rechazaba contestar a las preguntas de los periodistas. Posteriormente, han comparecido cinco empleados del concesionario que, en el momento del crimen, trabajaban en las instalaciones, pese a que, no obstante, no presenciaron la escena.

Uno de ellos, que solía encargarse del lavadero donde se produjo el crimen, declaró en su momento a la Policía que su jefe, Miguel López, le había encomendado ese día el traslado de unos muebles y le había dicho que se fuera a casa sin volver al concesionario cuando terminara el trabajo. Otro empleado, que hacía las veces de jefe de taller, explicó a los agentes que había telefoneado a López para avisarle de que su suegra había sido tiroteada cinco minutos antes de las 19 horas.

Estas manifestaciones contradicen también la versión dada por el yerno arrestado, ya que sostuvo que su empleado solo le alertó de que a su suegra le había pasado algo y estaba ensangrentada, pero no que hubiera casquillos de bala en el suelo. El juez De la Fuente también ha tomado declaración a otros tres empleados, una secretaria y dos operarios destinados a la zona de ventas y recambios del concesionario.

La primera de ellas explicó en sus declaraciones policiales que López le había pedido que llamara a su suegra y la citara a última hora de la tarde para recoger el todoterreno Porsche Cayenne que había dejado unos días antes para reparar, donde recibió los tiros.

El magistrado ha citado para los próximos días 3 y 6 de marzo a otros testigos, incluidas las dos hijas restantes, María Antonia y la mujer del presunto homicida, Eva Fuensanta, y ha ordenado una inspección ocular en el escenario del crimen el día 7.