Rivera está dispuesto a dar la batalla hasta el final para que se cumpla el pacto

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

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Zipi | EFE

La actitud del PP de dar largas y poner inconvenientes a algunos de los puntos fundamentales sobre corrupción

11 mar 2017 . Actualizado a las 09:51 h.

Albert Rivera está dispuesto a hacer bandera y llevar hasta las últimas consecuencias la batalla para que se cumplan las medidas sobre regeneración democrática que pactó con el PP como condición sine qua non para apoyar la investidura de Mariano Rajoy. O, al menos, que quede claro que si no se llevan a cabo será por culpa única y exclusivamente del presidente del Gobierno. De ahí su acercamiento a Podemos, partido con el que había roto todos los puentes y con el que ahora ha reanudado relaciones. Ciudadanos lucha desesperadamente por mantener su espacio político y demostrar su capacidad de pactar a su derecha y a su izquierda. Se juega su credibilidad. 

La actitud del PP de dar largas y poner inconvenientes a algunos de los puntos fundamentales sobre corrupción del pacto de investidura ha puesto en duda la eficacia del mismo, lo que cuestiona el discurso de Ciudadanos de que iba a obligar a Rajoy a aceptar reformas a las que se oponía. Por eso ha actuado Rivera. Frente al rechazo de aceptar la comisión de investigación de su presunta caja B, se ha apoyado en el PSOE y Unidos Podemos.

Pero los populares también son reacios a cumplir su compromiso de suprimir los aforamientos, porque saben que Podemos exige un referendo, tiene fuerza suficiente parlamentaria para lograrlo, y quiere extenderlo a otros asuntos. Sobre la limitación de mandatos, el propio Rajoy dijo recientemente que «es propia de sistemas presidencialistas y no de los representativos, como es el nuestro». En cualquier caso, no le afectaría de forma retroactiva. Para estos asuntos, Ciudadanos necesita al PSOE, pero no está claro que le vaya a dar su respaldo.