«Nos dan mucha pena las dos hijas que deja», se lamentan los amigos de Aysha Frade

RITA Á. TUDELA LONDRES / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Betanzos guardó un doloroso minuto de silencio en memoria de la gallega muerta en Londres

24 mar 2017 . Actualizado a las 14:17 h.

La vida se paró ayer al mediodía en Betanzos por la muerte de Aysha Frade. Tres días de luto y un minuto de silencio en recuerdo de esta londinense de 43 años con profundas raíces gallegas. En esta localidad coruñesa se condenó el atentado terrorista que se cobró la vida de cinco personas, entre ellas la de esta madre de familia a la que un cúmulo de casualidades acabó con su vida. «Con que un alumno la hubiera parado unos segundos al salir del colegio o si hubiera vuelto a su despacho para recoger algo olvidado, hoy ya no estaríamos llorando», elucubraba ayer uno de los familiares de Aysha residente en Betanzos. Ella y su marido John Frade, se turnaban cada día para ir a buscar a las niñas al colegio. El miércoles, le tocaba a él, contaba un primo.

Un buen número de cámaras de televisión grabaron el doloroso minuto de silencio que se vivió en Betanzos y que dio paso a un mensaje institucional. «Non existen palabras que poidan describir a sensación que a todos nos produce un suceso así e máis cando polo medio hai unha familia betanceira, o que fai sentirnos especialmente sensibles e solidarios», expresó la concejala María Barral. «Hoxe Betanzos chora con Londres e os betanceiros sufrimos cos londinenses, e de forma especial coa familia de Aysha».

La Xunta, el Parlamento de Galicia y la Diputación de A Coruña también guardaron sendos minutos de silencio ayer a las doce como acto de repulsa por el nuevo ataque terrorista. En todas estas sedes las banderas ondean a media asta. Las hermanas de Aysha, que regentan la academia de inglés Nothing Hill de Betanzos, volaron a Londres para afrontar el duelo de la forma más arropada posible. Las tres hermanas tienen fama de estar muy unidas así como de arropar siempre a su madre, delicada de salud.

«Unha rapaza marabillosa»

También en Londres sufren otros betanceiros que vieron crecer a Aysha Ahmet Caldelas, según su nombre de soltera. El hostelero Eduardo Lage, propietario del restaurante Galicia en la capital inglesa, no pudo aguantar las lágrimas: «Era unha rapaza marabillosa». «No puedo explicar lo mal que me siento», señaló. Su hija Raquel fue amiga desde la infancia de la mujer y recalcó la casualidad de cómo siendo ambas familias oriundas de Betanzos se conocieron y estrecharon lazos en Londres, donde comparten vecindario desde hace 40 años. «Estamos en estado de shock, era una chica muy buena, sin ninguna mala intención, muy alegre y nos da mucha pena por las dos niñas que deja», manifestó Raquel, quien se enteró de la mala noticia por la llamada de una amiga común.

Aysha adquirió el apellido Frade cuando se casó con su marido, otro londinense de padres emigrantes, en este caso de Portugal. Según el entorno de la familia, se dedica a la banca y viaja con mucha frecuencia. En verano, además de los viajes a Betanzos durante las fiestas patronales, el matrimonio y sus hijas, de 9 y 7 años, también acostumbraban a viajar a Alicante, donde tienen un apartamento. En mayo habían organizado la comunión de la mayor.

Desde Betanzos, Ana, una de las primas, exteriorizaba su dolor ante los micrófonos. «Estoy hundida, es una cosa con la que no contábamos para nada -indicó-. Fue Silvia [hermana de la fallecida] quien me llamó y me dijo ‘‘ha pasado una cosa muy mala, ¡mataron a Aysha!’’». Marita, amiga de la familia, no pudo contener las lágrimas en el minuto de silencio en Betanzos.

Apuntó que su amiga María del Carmen, la madre de la víctima, está a punto de someterse a una operación de la vista, «y esto la va a hundir». «Es una familia muy acogedora, mi hijo vivió con ellos una temporada», recuerda Marita.

«Será una profunda pérdida para todos nosotros»

Eduardo Lage no termina de creerse lo que ha pasado. Aysha Frade, la hija de sus amigos del alma, con los que compartió edificio en Londres los últimos 40 años es una de las víctimas del ataque terrorista. «No puedo explicar lo mal que me siento, es como una hija», dice emocionado.

En el DLD College London, donde Aysha llevaba la administración, su directora, Rachel Borland, emitió un comunicado en el que reconocía que todo el centro educativo estaba «profundamente conmocionado y entristecido ante la noticia». Borland explicó como en estos momentos están ofreciendo todo el apoyo que pueden ante tal «devastadora pérdida». «Era altamente considerada y amada por nuestros estudiantes y por sus colegas. Será una profunda pérdida para todos nosotros», añadió.

Familia abatida

James relató a la radio LBC que conoció a Aysha cuando sus hijos comenzaron a ir a la escuela. Luchando por contener la emoción, explicó que vio al marido de la fallecida, el portugués John Frade, cuando fue a recoger a sus hijas. «Entró en la escuela para buscar a su niña porque sabía que su esposa estaba involucrada en el incidente», explicó. Ahí fue cuando Frade le reconoció que lo único que había hecho su mujer fue hacer cosas buenas por sus hijas. «Es una cosa terrible lo que ha sucedido», le contó abatido antes de añadir que su vida se había «desmoronado completamente».

Este amigo de la familia de Aysha añadió que «oyes hablar de actos terroristas pero nunca piensas que vaya a pasarle a tus conocidos. Luego te das cuenta de que hay ocho millones de personas en la ciudad, que cuatro personas murieron y que tú conoces a una de ellas. Las posibilidades son... Es horrible», dijo.

Mientras, John, primo de la fallecida, reconocía que no tenía palabras para decir cómo se siente el marido de Aysha. «Sigo sintiéndome fatal, es terrible que suceda y no esperas que sea tan cerca de casa», lamentó.

Vigi Sawdon, una vecina en el barrio de Notting Hill, donde vivía la familia Frade, la describió como «una madre maravillosa y una persona encantadora». También tuvo palabras para las dos niñas, a las que describió como «adorables». Otra vecina, Patricia Scotland, explicó que, cuando su hija la llamó para comunicarle lo sucedido, saltó de la cama y no paró de ir de un lado a otro: «Estoy en un shock total».