Xosé Fortes: «Fuimos los malditos del Ejército y para algunos igual aún lo somos»

Pasaron más de cuarenta años. Pero, sentado en una cafetería de Pontevedra, su ciudad, y sin importarle que desde las mesas de al lado vuelvan la cabeza al oír hablar con vehemencia del general Armada, Felipe González, José Bono, Mariano Rajoy o el rey emérito, con quienes por una u otra cosa tuvo relación a lo largo de su vida, Xosé Fortes, militar de carrera e historiador, vuelve a la noche del 29 de julio de 1975 y narra con pasión lo que le sucedió entonces. Fue la noche en la que lo detuvieron; la velada que precedió a otras muchas en prisión en Ceuta, a un consejo de guerra, a una condena de cuatro años y a un encierro en el castillo de La Palma de Mugardos. ¿De qué lo acusaban? De conspiración para la rebelión. Todo a cuenta de haber sido cofundador de la Unión Militar Democrática (UMD), una asociación clandestina que pretendía luchar por la democracia en España. Hoy homenajean en Asturias a los que la integraron.

-¿Cómo nació la UMD?

-Pongámonos en los años 1973 y 1974. Algunos oficiales del Ejército y yo escuchábamos a compañeros gritar «Ejército al poder» y, al mismo tiempo, veíamos que la sociedad pedía libertad, democracia y Europa, mirar hacia Europa. Y llegó el 25 de abril, la Revolución de los Claveles en Portugal, y nosotros miramos al Ejército vecino con envidia sana y con admiración. Entonces, decidimos luchar por la democracia.

-Lo pagaron caro...

-Bueno, tuvo lo suyo. Nos encarcelaron, nos condenaron y, de no ser por la amnistía de 1977, habríamos estado varios años en prisión. Yo pasé uno encerrado. Encima me expulsaron del Ejército, así que a mi familia, a mi mujer y a mis cinco hijos, les tocó hacer pucheros de garbanzos porque no había para mucho más.

-Años más tarde los reintegraron en el Ejército y en el 2009 Carme Chacón los condecoró...

-Sí. Carme le echó bemoles. En el 2009, como quien dice anteayer, nos condecoraron y algunos militares homenajeados anteriormente devolvieron sus medallas porque no querían llevar en el pecho el mismo distintivo que unos demócratas como nosotros. Carme fue una valiente. Fíjate que nosotros nos reunimos con Felipe González cuando aún era Isidoro y estaba en la clandestinidad. Nos dijo que nuestra lucha era de admirar. Pero luego cuando tuvo el poder no consideró prioritario acordarse de nosotros.

-Y hoy les homenajean...

-Sí. Es el primer homenaje civil que nos hacen. No sé siquiera si sabré hacer de homenajeado.

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