Javier Fernández se cuela en el debate

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

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Angel Díaz

Hubo escasas referencias a Asturias en el encuentro de las primarias socialistas, aunque Sánchez cargó contra el presidente de la gestora

15 may 2017 . Actualizado a las 22:29 h.

Hubo pocas referencias asturianas en el debate entre los tres candidatos en liza por la Secretaría General del PSOE, hubo pocas pero fueron recurrentes, buena parte de ellas referencias de Pedro Sánchez al papel del presidente asturiano, Javier Fernández, como máximo dirigente de la gestora. De hecho, el asturiano fue el encargado de recibir en Ferraz a los tres candidatos antes de que comenzara el debate y la comunicación no verbal, los gestos, ponían de manifiesto que la sintonía no es igual con todos. El presidente asturiano parecía distendido y cordial tanto con Susana Díaz como con Patxi López pero el saludo con Sánchez fue rígido y frío.

Susana Díaz mencionó en uno de los bloques a las cuencas mineras y la necesidad de dar solución a sus problemas. En un momento anterior, la andaluza le reprochaba a Sánchez que hubiese intentado alcanzar la presidencia con sólo 85 escaños en el Congreso, a lo que su adversario respondió «también Javier Fernández tuvo 14 escaños de 45 en Asturias y fue presidente». En otros momentos --en los que los tres debatían la conveniencia o no de llegar a acuerdos con Podemos-- Sánchez citó las autonomías en las que el PSOE había logrado el Gobierno gracias a los acuerdos con los morados, no así en Asturias (donde las relaciones entre ambas fuerzas con abiertamente hostiles) ni tampoco en Andalucía. Sí afirmó sobre ese caso, respecto al acuerdo entre Díaz y Ciudadanos, que el había sido «el último español en enterarse».

Cargó también Pedro Sánchez contra Javier Fernández, por haber «hablado de derrocar al secretario general» en el comité federal de junio y también por haber dicho que la abstención era la posición que «todos sabían que tenían que hacer pero que no lo hicieron porque sabían que perderían el Congreso». Hay aquí una discusión que merecería el estudio de expertos en audios de sonido, porque en sus palabras como presidente de la gestora, Javier Fernández habló de la capacidad del comité federal de «revocar» al secretario general, aunque lo dice de una forma un tanto atropellada hasta sonar «rocar» y para una parte de la audiencia no hay dudas de que dice «derogar». Respecto a las otras afirmaciones, la palabras exactas de Javier Fernández en su discurso de enero ante el Comité Federal fueron «al día siguiente de las elecciones de junio la inmensa mayoría de los dirigentes de este partido sabíamos lo que había que hacer, lo que no sabíamos era cómo ganar el Congreso después de hacerlo. Y eso quiero decirlo porque callar sería insultar a la verdad».  

A grandes rasgos, los tres candidatos reiteraron en los distintos bloques del debate las ideas pilares de cada una de sus plataformas. Díaz se mostró como heredera de un PSOE ganador en el pasado y pintó a su adversario Sánchez como alguien con demasiados «bandazos» e «incoherencias» que había provocado, a su juicio, que el partido quedara desleído ante sus electores. Sánchez hizo suya la idea de que él es el candidato de la izquierda y de la militancia y con una crítica feroz al efecto de la abstención socialista que permitió la investidura de Rajoy; Patxi López se encontró cómodo en el papel de punto intermedio entre los dos, mostrando propuestas con continuas llamadas a «tender puentes», señalando que él se había opuesto a la abstención pero que asumió el resultado cuando ganó en el Comité Federal y lamentando que en demasiadas ocasiones los otros contendientes se enzarzaran entre sí.

Porque por muchos momentos, el debate --un formato tedioso en su organización-- pareció un enfrentamiento personal y sin contemplaciones entre Díaz y Sánchez, ambos recurriendo a la hemeroteca para tratar de pillar al otro en un renuncio. Díaz no respondió a Sánchez por qué había presentado su acuerdo con Ciudadanos en Andalucía a su comité después y no antes de firmarlo, y Sánchez eludió referirse a la exigencia de responsabilidades por haber puesto en las listas a Irene Lozano (ex de UPyD) antes que un socialista. Por dos ocasiones, Sánchez ofreció a Patxi López que se integrara en su candidatura y por dos veces se negó este último, que hasta le respondió con sorna ante la coincidencia de programas que «me parece muy bien que si no tienes ideas cojas las mías».