La playa de San Lorenzo progresa adecuadamente

Elena G. Bandera
Elena G. Bandera REDACCIÓN

GIJÓN

Elena G. Bandera

El principal arenal de Gijón llega al verano en perfectas condiciones a falta de rellenar la zona de piedra al pie del Tostaderu

24 may 2016 . Actualizado a las 13:13 h.

Las piedras que han quedado al descubierto en la parte baja del Tostaderu tienen los días contados. La playa de San Lorenzo, siempre que el tiempo lo permita, alcanzará un nuevo verano en perfectas condiciones. «No sólo no ha perdido arena, sino todo lo contrario y, a día de hoy, a las puertas del uso estival, ha entrado mucha arena que permitirá mantener el mismo número de casetas que en años anteriores», explica el geólogo Germán Flor, que asistió ayer a una nueva reunión del Observatorio de la Playa de San Lorenzo. Flor, que junto a su hijo Germán Flor Blanco, ha realizado dos exhaustivos estudios sobre el comportamiento del principal arenal gijonés, sí sugirió que se realice un relleno de arena en la parte inferior del Tostaderu que está más cercana a la desembocadura del río Piles.

Un relleno sencillo que se acometerá la próxima semana y que, según Flor, servirá para que los bañistas puedan circular por la zona sin dificultades, puesto que el propio comportamiento del río Piles ha provocado que quede al descubierto una zona de piedra que ocupa unos 200 o 300 metros cuadrados.

La intervención consistirá en el vertido de una capa de arena de entre 40 y 60 centímetros, de manera que las piedras queden cubiertas y la zona quede transitable. La arena procederá de la propia playa, de la zona intermareal que se localiza más allá del Piles hacia el oeste, como ya ocurrió en los dos años anteriores.

Buena base de datos para controlar el futuro

En todo caso, Flor considera que habrá que seguir estudiando el comportamiento de la playa. «Se necesitan aún más estudios para redondear el conocimiento básico de la playa y crear una buena base de datos con sus antecedentes para controlar su presente y su futuro a medio plazo, dentro de 10 o 15 años».

 Este año, la climatología le ha dado un respiro al arenal, justo cuando se cumplen tres años de los inusuales temporales que causaron graves erosiones en la playa. «Fue un hecho anómalo y a la playa no le dio tiempo a recuperarse para el verano, como sí hace todos los años, construyendo una zona de asiento poco a poco. En los temporales de febrero y marzo de 2014, la playa arenosa no se vio afectada, sólo el mobiliario urbano, porque el oleaje se cebó en esas zonas y debilitó algunas áreas que hubo que reparar», recuerda el geólogo.

De hecho, en el verano de 2014, la playa pudo ser utilizada como todos los años. «Ahora esperemos que no ocurra nada extraño y, si es así, se podrá ocupar mucho espacio habitual de playa», indica Flor. El Ayuntamiento de Gijón, en este sentido, volverá a solicitar a Demarcación de Costas permiso para instalar 125 casetas.

La playa tampoco presenta novedad alguna respecto a un posible impacto del dique de la ampliación del puerto de El Musel. «En los dos estudios que hemos presentado decimos que curiosamente la construcción de la ampliación portuaria ha sido beneficiosa para la playa por su influencia en la dinámica del oleaje, al frenar su intensidad», recuerda Flor, que sigue esperando por que la buena voluntad mostrada por la Autoridad Portuaria de Gijón para colaborar en este control sobre la costa gijonesa sea una realidad con el intercambio de documentación de antes y después de la obra de la ampliación. De momento, siguen esperando por esos informes. «Cuantos más años de estudios tengamos mejores serán las conclusiones», explica.

Videocámaras descartadas

La posibilidad de controlar la evolución de la playa mediante videocámaras, como se hizo por ejemplo en la Barceloneta con motivo de las Olimpiadas y el Campeonato del Mundo de Fútbol, pierde protagonismo. «Era una posibilidad que arbitrábamos pero es mejor realizar controles de la topografía y batímetrías en condiciones de calma, justo después del verano y de tormentas importantes», indica Flor.

Existen nuevas técnicas, en este sentido, que permiten calcular la erosión y la sedimentación de forma precisa, obteniéndose información muy valiosa para ver cómo evoluciona el arenal. La playa de San Lorenzo acumula, de seguido, al menos cuatro años de estudios, aunque el primer trabajo lo realizaba el propio Germán Flor en los años 80 con motivo de sus estudios universitarios.

El diagnóstico de los expertos para la playa de San Lorenzo es positivo, pero sí recomiendan que permanezca en «continua observación: Si se quiere tener una playa como San Lorenzo, hay que conocer bien el medio y estar encima de ella».

Para que sea así, el Ayuntamiento de Gijón estudiará ahora qué posibilidades de convenio existen para seguir derivando las investigaciones al departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, al que pertenecen ambos geólogos. La próxima reunión del Observatorio de la Playa, si no hay temporal inusual de por medio, se celebraría una vez pasado el verano.