«No vamos a parar hasta que podamos abrir el grifo y salga agua corriente»

Elena G. Bandera
E. G. Bandera GIJÓN

GIJÓN

Vecinos de Lavandera y Muñó llevan su protesta al Ayuntamiento de Gijón
Vecinos de Lavandera y Muñó llevan su protesta al Ayuntamiento de Gijón

Más de 130 familias de Lavandera y Muñó, parroquias vecinas en Gijón y Siero, siguen sin acceso a la red de abastecimiento y urgen a los ayuntamientos que se pongan de acuerdo para realizar las obras

20 oct 2016 . Actualizado a las 17:30 h.

Parece increíble que en pleno siglo XXI haya quien todavía no tenga acceso al agua corriente en su vivienda, pero el último informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de Recursos Hídricos del Mundo decía que unos 2.000 millones de personas necesitan acceso a unos servicios de saneamiento mejores y que más de 700 millones no tienen acceso a agua limpia y potable. Cuando se conocen datos como estos una de las tendencias es pensar en países menos desarrollados, muy lejanos y extremadamente pobres. «Parece increíble, sí, pero es lo que estamos pidiendo: agua potable. Esta es la otra cara de Lavandera», asegura Pili Suárez, que reside en una de las 81 viviendas de la zona alta de esta parroquia gijonesa que esperan que algún día les llegue la acometida de agua corriente. A cinco minutos de Gijón. A estas familias se suman las que residen en las más de 50 viviendas de la parroquia sierense de Muñó, la mayoría con explotaciones ganaderas, que tampoco tienen acceso a ninguna red de abastecimiento de agua. Más de 130 familias que no tienen acceso a agua potable en sus casas.

«Allí no puedes vivir, ni siquiera puedes lavarte las manos»

Todos, hasta ahora, venían tirando de manantiales particulares y de ir a las fuentes, pero como no llueve lo suficiente, este agua o escasea o ya ni existe. «Este verano estuvimos dos meses sin agua y menos mal que nos iba dejando un vecino, pero con un niño de cuatro años ése fue el panorama que teníamos», explica Pili Suárez que, como casi todas las familias afectadas, lleva viviendo en estas parroquias toda su vida.«Antes los manantiales nos suministraban agua pero ahora están yendo todos a menos», añade José Antonio Suárez, que reside en Fano (que pertenece a Lavandera), de donde también es Victorina Canal: «Andamos cogiendo agua de los tejados para lavar las manos y echarla por el wáter. El manantial que teníamos está sin agua desde mayo y menos mal que no tenemos animales. Allí no puedes vivir; ni siquiera puedes lavarte las manos». 

«Algunos políticos decían que por qué vivíamos allí arriba»

Anabel Ríos, de Muñó, suma con su vecino más cercano algo mas de un centenar de vacas. «Antes íbamos a las fuentes de Lavandera, pero ahora están casi secas y traemos cubas de agua del Ayuntamiento de Siero. Pero la situación está tan mal que no puedes hacer nada, ni poner una lavadora». Una vaca bebe al menos 50 litros de agua al día. «Algunos políticos nos decían que por qué vivíamos allí arriba», recuerda Luis Ardura, vecino de Lavandera que desde junio no tiene ni agua potable ni no potable en casa, «no vamos a parar hasta que podamos abrir el grifo y salga agua corriente. Estamos en guerra por el agua y no se puede tolerar en el año 2016».

La callada por respuesta en el Ayuntamiento de Siero

2017 tendría que ser el año en el que por fin estuvieran conectados a una red de abastecimiento, pero la licitación de las obras para que así fuera posible no se llevó a cabo hasta este mes, con al menos siete meses de retraso sobre lo que se les había dicho desde el Ayuntamiento de Gijón. La proximidad entre Lavandera y Muñó, pese a estar en concejos diferentes, ha unido a los vecinos sin agua corriente de ambas parroquias en la misma lucha: quieren que los dos ayuntamientos se pongan de acuerdo para acometer las obras necesarias de forma conjunta. Sin embargo, en el Ayuntamiento de Siero hasta la Empresa Municipal de Aguas (EMA) de Gijón ha obtenido la callada por respuesta cuando se lo planteó en el primer trimestre de este año. 

Obras conjuntas para tener agua en casa antes de que termine 2017

«Vimos normal que se hiciera de forma conjunta», explica Anabel Ríos, que en mayo dejó de ir casi a diario al Ayuntamiento de Siero para obtener soluciones: «Dicen que el campo necesita apoyo y bienestar y nos están ahogando». Los vecinos de ambas parroquias han vuelto a recibir el apoyo de Xixón sí Puede y Somos Siero en una reivindicación de «sentido común». «Pedimos que el Ayuntamiento de Gijón agilice los trámites de estas obras, que el Ayuntamiento de Siero deje de tener una postura tan vergonzante y se ponga en contacto con la EMA para solucionar el problema y que antes de que termine 2017 las casas tengan agua corriente», resume el concejal de XsP David Alonso: «En Gijón gobierna Foro, en Siero el PSOE con Foro, ¿no se ponen de acuerdo?» La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, ya había dicho en su momento que el problema estaría solucionado en 2017, pero el alcalde de Siero, Ángel García, «no sabemos qué opina». «Esto refleja las dos realidades de Siero: por un lado, el ayuntamiento no tiembla al tramitar grandes inversiones como el bulevar que atravesará Lugones y, por otro, el alcalde asegura en Agrosiero que el campo es muy importante para él mientras estos vecinos de Muñó nunca tuvieron agua potable en casa», critica el concejal de Somos Siero David Fernández. Las obras, al menos las que acaba de licitar la EMA para las 81 viviendas gijonesas, tendrían un coste aproximado de 1,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses.