Los colectivos vecinales piden garantías al gobierno local para que las propuestas, que suman los seis millones de euros previstos, realmente se ejecuten a lo largo de 2017
28 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los presupuestos participativos cerraban ayer una nueva fase con la validación de 34 de las 43 propuestas que habían conseguido superar los 50 votos que se exigían para ser tenidas en cuenta. En las votaciones participaron algo más de 2.500 ciudadanos, de los que el 61,5% lo hicieron a través de internet, emitiendo casi 10.000 votos. Las tres propuestas que más apoyos registraron fueron los accesos seguros para peatones y ciclistas que demandan los vecinos de Nuevos Roces, la iniciativa de la Protectora de Animales de mejorar las instalaciones del albergue de Serín y una acera en la carretera del Obispo en el tramo comprendido entre el camino de los Caleros y el Santuario de Contrueces.
Al disponer la partida destinada a los presupuestos participativos de seis millones de euros, en un principio se había establecido que fueran 33 las propuestas validadas para ser ejecutadas para no superar la cantidad económica establecida, sumando todas ellas 5,8 millones de euros. La Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) proponía, durante la mesa de los presupuestos participativos que se celebraba ayer, que se incluyera una primera fase de las obras de la cubierta de la pista polideportiva de La Dehesa, iniciativa que ocupa el número 34 de la lista de propuestas más votadas y cuya inversión necesaria es de 400.000 euros. Al incluirse esa primera fase de las obras, que se calcula en 200.000 euros, los presupuestos participativos suman los seis millones establecidos y se salva parcialmente al menos la propuesta número 34.
Desde la FAV consideran que los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Gijón suponen un avance significativo en la participación vecinal en la ciudad, pero aún es solo un inicio en la profundización de las herramientas que existen para fomentarla. «Debemos felicitarnos por ser la primera vez que, de manera directa, los vecinos han podido votar presencialmente propuestas para un presupuestos municipal», dijo el presidente de la FAV, Adrián Arias, que en todo caso lamentó que «puntos fundamentales como el tiempo para realizar el proceso, la dinámica en ocasiones excesivamente burocrática y la falta de publicidad han contribuido decisivamente a que los resultados no fueran del todo positivos». En este sentido, hay que recordar que podían participar en las votaciones los gijoneses mayores de 16 años y que solo lo hicieron algo más de 2.500 personas en los dos periodos de votaciones, telemática y presencial, que estuvieron abiertos hasta la semana pasada.
Compromiso de crear una mesa de seguimiento
La FAV quiere garantías de que los proyectos validados para los primeros presupuestos participativos de Gijón realmente se ejecuten, por lo que se insistió en conseguir por parte del gobierno local el compromiso de poner en marcha una mesa de seguimiento de todo el proceso. Dicha mesa, explicó Arias, «se encargará de hacer un seguimiento cercano y exhaustivo de las iniciativas aprobadas para que se ejecuten durante 2017; tenemos la experiencia de los distritos y queremos evitar a toda costa que vuelva a ocurrir lo mismo». En próximas fechas se debatirá sobre su composición y forma, que también se trasladará a los consejos de distrito, aunque «nos gustaría que fuese mayoritaria la presencia social y de los colectivos que han trabajado en las propuestas participativas, que son y somos los más comprometidos por el avance de estas dinámicas«, dijo Arias.
De todo este proceso, según añadió, se extraen importantes experiencias que deberían promover una iniciativa «decidida y con un compromiso por parte del ayuntamiento», por lo que se exige a la concejala de Participación Ciudadana, Eva Illán, que «sea valiente para continuar avanzando en estos procesos, aunque en ocasiones haya sectores a los que no les guste». En concreto, esta alusión se refiere a «algunas críticas e intervenciones» que se escuchaban en la mesa de presupuestos participativos, procedentes de colectivos del consejo social y de grupos municipales, en las que se mencionaba el «excesivo protagonismo» de este tipo de iniciativas participativas, «llegando a advertir del riesgo de asamblearismo y pérdida de esencia del pleno del ayuntamiento». Advertencia que no gustó a los colectivos vecinales, desde donde recuerdan las numerosas ocasiones en las que los grupos municipales han hablado sobre participación condenada y sobre la necesidad de impulsarla.