Corbyn afronta el lunes una moción de censura al frente del laborismo

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

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Jeremy Corbyn
Jeremy Corbyn ODD ANDERSEN | AFP

El líder progresista pone el foco en el debate sobre la inmigración y se niega a dimitir pese a las presiones en su propio partido

25 jun 2016 . Actualizado a las 18:52 h.

 El líder laborista Jeremy Corbyn ha pedido este sábado la apertura de un debate «abierto y honesto» sobre la inmigración, que reconoció como un tema absolutamente instrumental a la hora de decidir el resultado el referéndum del pasado jueves que concluyó con la victoria de los partidarios de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

«No podemos esquivar esta cuestión», ha declarado Corbyn, quien en ningún momento manifestó la más mínima intención de dimitir, como se especuló en los momentos previos a su comparecencia de este domingo. «Tenemos que comenzar un debate abierto y honesto porque está muy claro que la inmigración ha jugado un papel central en la campaña. No me da miedo hablar de ello, y creo que ha (la inmigración) enriquecido al país, pero también entiendo que los cambios rápidos pueden provocar tensión en las comunidades», añadió.

Jeremy Corbyn, podría ser la próxima víctima del brexit si se concretan los llamamientos para que dimita por no haber hecho lo suficiente para pararlo, particularmente en zonas históricamente laboristas. Corbyn afronta el lunes una moción de censura presentada por varios diputados, y este sábado fue abucheado en el desfile del orgullo gay de Londres, una cita sobre la que pesaba la victoria de la salida del Reino Unido de la UE en el referéndum del jueves.

«¡Es tu culpa, Jeremy! ¡¿Cuándo dimites?!», le gritó un activista, a lo que Corbyn respondió: «Hice todo lo que pude». Antes participó en una conferencia en la que le preguntaron si se presentaría de nuevo al cargo. «Estoy aquí», se limitó a responder el político de 67 años, dando a entender que no se va. Para prosperar, la moción de censura necesita el apoyo del 20 % de los 229 diputados. Luego sería sometida a los afiliados del partido, que lo eligieron por una abrumadora mayoría en setiembre.

«El referéndum se ganó en las Midlands y en el norte, y fue el viejo voto laborista el que se acercó a nosotros», sentenció Nigel Farage, uno de los líderes del brexit, unas palabras particularmente acusadoras para Corbyn. Más de un tercio (37 %) de los votantes laboristas ignoraron a la dirección del partido y apoyaron la salida de la UE, contrarrestando el fuerte apoyo a la opción contraria cosechado en Londres y Escocia.