Boris Johnson, un firme aspirante si el país resiste

Juan Carlos Martínez REDACCIÓN / LA VOZ

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Pilar Canicoba

La defección del exalcalde de Londres de la causa de Cameron fue la primera bofetada que el primer ministro recibió en su marcha hacia el fracaso

25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La defección de Boris Johnson de la causa de Cameron fue la primera bofetada que el primer ministro recibió en su marcha hacia el fracaso. Hasta la misma víspera de la convocatoria del referendo, Johnson dudaba entre apoyar a su antiguo amigo del colegio de Eton o dar rienda suelta a sus ambiciones. Entre 1989 y 1994 fue corresponsal del Daily Telegraph en Bruselas y se hizo célebre con crónicas que caricaturizaban las normas europeas. Pero al entrar en política se moderó y desde la alcaldía de Londres acometió programas favorables para los inmigrantes.

Días antes de la convocatoria del referendo escribió dos artículos para el Telegraph, uno a favor y otro en contra del brexit. En este, a pesar de sus objeciones sobre el cariz que tomaban los asuntos de la Unión, llamaba a apoyar al primer ministro y al Gobierno. Pero publicó el otro. Según confesó a Michael Cockerell, reportero de The Guardian, «aquellas razones no eran suficientemente buenas».

Tras ese primer artículo vinieron otros. Y así el despeinado alcalde, después de cuarenta años de relación íntima con Cameron, se convirtió en el más visible impulsor del abandono de la Unión, con un perfil popular pero más propio de un hombre de Estado que el del furibundo Nigel Farage, el líder del UKIP. De paso exacerbaba la debilidad de su antiguo amigo y se hacía con el apoyo de fuerzas crecientes en el partido hasta convertirse en el previsible sucesor de Cameron al frente de los tories.

Johnson, Bojo en abreviatura, dispone de todo el carisma que le falta al dimisionario primer ministro, es accesible y no hace ascos a aparecer en los mítines con una cerveza en la mano. Sus opciones para llegar a premier son firmes, siempre que el brexit no se convierta en un manifiesto desastre para el Reino Unido.