La policía descarta que sea terrorismo e interroga a tres personas
26 jul 2016 . Actualizado a las 01:03 h.Stefan Strawder se fue soñando con ser jugador profesional de la NBA, aunque a sus 18 años ya era toda una estrella del baloncesto juvenil: «Estoy pensando en ir a esa fiesta ¿Quienes vais a ir?», preguntaba en su última publicación de Facebook. Su madre contó que, antes de morir, salvó la vida a su primo empujándole fuera del camino del atacante.
Muy cerca de él estaba Sean Archilles, otro adolescente y destacado estudiante que a sus catorce años también disfrutaba de una noche entre amigos y en la misma discoteca: «No sé cómo un niño de catorce años puede hacer algo a alguien para que lo mate», decía entre lágrimas el padre del pequeño.
Ambos, Stefan y Sean, murieron tras el tiroteo registrado en la madrugada del martes, en la ciudad de Fort Myers, en Florida. Uno de ellos no salía con vida del Club Blu Bar Grill y el otro la perdía en el hospital Lee Memorial. «Llevo trabajando en este hospital 17 años y esto es lo peor que he visto en mi vida», dijo el doctor Andrew W. Mikulaschek a la NBC. El equipo médico trabaja ahora por las otras 16 personas, de entre 12 y 27 años, que también fueron heridas en el mismo lugar. Una de ellas está en estado crítico y en cuidados intensivos.
Treintena de disparos
«De momento solo podemos confirmar que no se trata de un acto terrorista», aclararon las autoridades que siguen tratando de reconstruir lo ocurrido. Al parecer, todo comenzó en el estacionamiento de la discoteca, pasada la medianoche y cuando los padres de los chicos que asistían a la fiesta «Swimsuit Glow Party» acudían a recogerlos para llevarlos de vuelta a casa. Según apuntan varios testigos a CBS News, se escucharon una treintena de disparos «procedentes de armas diferentes».
«Todo era un caos. Una casa de locos. Se oían gritos por todas partes», asegura uno de ellos. La cadena NBC dice que hubo personas que vieron cómo «los disparos procedían de un vehículo 4x4 negro a lo largo de la calle Parkway Street». Es más, en el número 2550 de esta misma calle, la policía recibió la alerta de más disparos previamente.
De momento, la policía continúa investigando e interrogando a tres personas detenidas por su posible relación con lo ocurrido. El capitán Jim Mulligan de la policía local añadió que «la policía está activamente rastreando el área en busca de otras personas que podrían estar involucradas».
En paralelo, la discoteca emitió un comunicado calificando lo ocurrido de «despreciable». «En el recinto había personal de seguridad armado. No había nada más que pudiésemos hacer para proteger a las víctimas».
Lamentablemente la ciudad de Fort Myers, situada a doscientos kilómetros de Miami, ya vivió unos hechos parecidos cuando el pasado año 2015 perdió la vida una persona y cinco resultaron heridas tras otro tiroteo en otra discoteca. El ataque se produce poco más de un mes después de otro tiroteo en la discoteca gay Pulse de Orlando, en el que fallecieron 49 personas.