El Frente Nacional prohibiría el velo islámico en todo el espacio público francés

EFE PARÍS

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DOMINIQUE FAGET | AFP

El vicepresidente del partido, Florian Philippot, indicó que la prohibición afectaría a cualquier muestra religiosa ostentosa

26 ago 2016 . Actualizado a las 15:39 h.

El Frente Nacional (FN) prohibiría el velo islámico y otros signos religiosos «ostentosos» en todo el espacio público, incluida la calle, si llegara al poder en Francia. La medida fue anunciada por el número dos del partido de extrema derecha, Florian Philippot.

En medio de la polémica que ha dominado el debate político en Francia durante el verano por la prohibición en algunos municipios del burkini en la playa, Philippot indicó en una entrevista radio-televisada por RMC y BFM TV que su propuesta es ampliar la ley del 2004 que ya restringe el uso del velo islámico en las escuelas o para quienes trabajan para la Administración pública. «Vamos a ampliar la ley del 2004» para llevar la prohibición «al conjunto del espacio público».

Según señaló el vicepresidente del FN, eso afectará al velo islámico, pero también a los que llevan grandes cruces cristianas a la vista o las kipas de los judíos. Preguntado sobre si eso significará, por ejemplo, la prohibición de procesiones religiosas, contestó que no puesto que quedarían excluidos de la norma el personal religioso o las «manifestaciones tradicionales».

Recordó, además, que su partido ya había hecho esa propuesta de cara a las elecciones presidenciales del 2012 y justificó la medida porque «hoy hay una exhibición político-religiosa de gente que quiere provocar a la sociedad francesa». Y sentenció que «los defensores del velo o del burkini tienen muchos países en el mundo para defenderlos, no en Francia».

El brazo derecho de Marine Le Pen estimó que muchas de las mujeres que ahora se ponen el velo islámico no lo hacen por elección propia sino porque en muchos barrios «hay una presión social» y «para no tener problemas». «Lo que pagamos son 30 ó 40 años de inmigración masiva» que han conducido a «un cóctel explosivo» en Francia, denunció el vicepresidente del FN.

Philippot también se pronunció a favor de la expulsión de los imanes que hacen discursos de odio, el cierre de las mezquitas radicales o el fin de toda financiación pública y financiación extranjera a las mezquitas. A ese respecto, hizo hincapié en que «son los fieles los que tienen que financiar su culto».

Del burkini, Philippot dijo que «es un uniforme político-religioso» que pretende «borrar a la mujer del espacio público». Alrededor de 30 municipios, en particular en la Costa Azul, han prohibido el burkini en sus playas en las últimas semanas, la inmensa mayoría gobernadas por el partido conservador Los Republicanos del expresidente francés Nicolas Sarkozy, que por su parte quiere que se legisle para extender su interdicción a todo el país.

El Consejo de Estado francés va a dictaminar sobre el recurso contra uno de esos decretos de prohibición de la Liga de Derechos Humanos y del Colectivo contra la Islamofobia. Una decisión que debería sentar jurisprudencia y abrir una nueva página de la polémica sobre el burkini.