Renzi presenta un ambicioso plan de prevención de seísmos y reconstrucción

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

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Quiere marcar la diferencia con Silvio Berlusconi y su controvertido plan tras el terremoto de L'Aquila

27 ago 2016 . Actualizado a las 13:18 h.

Italia llora a los 281 muertos en el terremoto, a la vez que comienza a pensar en cómo evitar en el futuro una tragedia de estas dimisiones. Matteo Renzi, tras decretar el estado de emergencia y dedicar 50 millones de euros para las primeras medidas, ha propuesto un ambicioso plan que abarca no solo la actual emergencia con la reconstrucción de las localidades destruidas, sino también la prevención. Casa Italia quiere ser un «proyecto serio», con intervenciones «lo más rápidas posibles y toma de decisiones junto a los alcaldes», explicó a la prensa.

El plan de Renzi pone especial atención en la prevención: «Tenemos que ser serios con nosotros mismos, con los trabajos de asentamiento hidrogeológico, infraestructuras y otros temas que van desde la eficiencia energética hasta la difusión de la banda ancha». Por ello anunció que en los próximos días se celebrarán diversos encuentros con «todos aquellos que tienen un papel en estos temas», a fin de esbozar un programa preciso de actuación.

El presidente del Gobierno quiere afrontar un tema del que siempre se ha hablado, pero que nunca se ha puesto en marcha con seriedad y rigor en un país en el que las catástrofes naturales se suceden cada año. Es además su gran ocasión para poder marcar las diferencias con el pasado, sobre todo con Silvio Berlusconi y sus polémicas nuevas ciudades construidas tras el terremoto de L’Aquila y que supuso la recolocación de muchos ciudadanos alejándolos de sus lugares de origen.

No a los barrios nuevos

Para Sergio Pirozzi, alcalde de Amatrice, hay que derruir toda la cuidad para que esta renazca de nuevo tal como era. Las numerosas réplicas que se suceden sin fin han hecho mella en las pocas casas que aún parecían mantenerse en pie. Cada temblor hace caer un muro y llena de nuevo de cascotes las calles apenas liberadas. «Reconstruir en el mismo lugar desde el punto de vista de la ingeniería puede ser una locura, pero se puede hacer porque la recolocación en barrios nuevos externos no funciona. Las normas técnicas para las construcciones son obligatorias desde el 2009 y son óptimas», explica el profesor de Ingeniería de la Universidad La Sapienza de Roma, Francesco Sylos Labini. Además, en Italia se han desarrollado sistemas antisísmicos como el seismic retrofit que se utiliza ya en otros países, pero no en casa.

Como ejemplo está Norcia, que, pese a ser el epicentro del segundo temblor, apenas sufrió daños. «Después del terremoto de 1979 se empezó una reestructuración que no fue fácil. Fueron necesarios muchos años pero quisimos reconstruir todo respetando las normas antisísmicas», cuenta la concejala Giuseppina Perla.

La reconstrucción será larga y difícil. Pero por lo pronto los vecinos de Amatrice, Accumuli y Arquata del Tronto se preguntan ya dónde pasarán el invierno. En las tiendas ahora instaladas pronto será imposible estar y habrá que pensar en otras soluciones. El ministro de Infraestructuras, Graziano Delrio repite, como ya hizo Renzi, que no tendrán que dejar sus pueblos y que serán construidas casas de madera para acogerlos. Mientras ninguno esconde el miedo a ser olvidados cuando socorristas y periodistas abandonen la zona.

El suelo descendió 20 centímetros

El terremoto del miércoles causó una depresión de hasta veinte centímetros del suelo en torno a Accumoli, según los datos obtenidos por técnicos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) y el Centro Nacional de Investigación (CNR) italianos a partir de imágenes del satélite japonés Alos 2. «Se ha comprobado un descenso del suelo con una forma de cuchara, con un valor máximo de unos 20 centímetros en el área de Accumoli», informó el CNR. La deformación del terreno se consta a lo largo de una franja de 20 kilómetros en dirección norte en torno a esa localidad.