«Estos malditos terremotos no nos dejan vivir tranquilos»

MARÍA SIGNO ROMA / CORRESPONSAL

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MAX ROSSI | Reuters

El Gobierno italiano destina 40 millones para los primeros daños

28 oct 2016 . Actualizado a las 08:19 h.

Esta vez el terremoto que afectó a la región italiana de Las Marcas avisó y no se ha cobrado ninguna víctima mortal, aunque los daños materiales han sido cuantiosos. El primer temblor, de 5,4 grados, lanzó a los vecinos a la calle a las 19.18 horas. Y así, cuando a las 21.18 llegó el más fuerte, de 5,9 grados, todos estaban preparados. En medio, más de 200 réplicas han aterrorizado a los habitantes de Visso, Ussita, Castelsantangelo sul Nera, Muccia, Camerino,... todos en la provincia de Macerata. Pero la tierra no dejó de temblar tampoco durante la noche pasada en la que nadie consiguió dormir por las continuas réplicas. «Esto no termina nunca. Este maldito terremoto no nos deja vivir tranquilos», comentaba Linda Cappa, dueña de un restaurante de Ussita, cuando al día siguiente se verificaba otro fuerte temblor, esta vez de 4,4 grados, con epicentro en Castelsantangelo sul Nera.

En la zona ya se vivió con miedo el terremoto del 24 de agosto que castigó a estos pueblos. Para Enzo, un vecino de Visso, «este ha sido diferente». El epicentro fue en su pueblo, que ha quedado reducido a escombros y con las pocas casas en pie inhabitables. Al igual que en Ussita, donde la fachada de la iglesia se ha desmoronado y gran parte de las viviendas se han derrumbado. «El seísmo fue muy fuerte, apocalíptico, la gente gritaba en la calle y no había luz. Ya no tenemos pueblo», se lamentaba el alcalde Marco Rinaldi. La sucesión de terremotos ha dado un golpe mortal al turismo de esta zona de los Apeninos centrales que vivía de los amantes de la montaña. Lo explicaba en Visso Giuseppe Sorrana: «ahora ya no viene nadie. Todos tienen miedo. Solo quedamos nosotros porque somos residentes».

En la región de Las Marcas son 24 los ayuntamientos que han sufrido daños y se calcula que unas cinco mil las personas que se han quedado sin vivienda. Según el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio, el frío de la zona de alta montaña y lo avanzado del otoño desaconsejan la solución de las tiendas, por lo que se está organizando el traslado de la mayor parte de las personas a los hoteles vacíos de la costa Adriática. Para asistir a los damnificados en estos primeros momentos, el gobierno activó ayer una ayuda de 40 millones de euros.

Mientras, los técnicos intentan discernir si este terremoto es fruto de una nueva falla o un «pariente lejano» del de Amatrice.