La musulmana del atentado de Londres: «Estaba llamando a mi familia para decirles que estaba bien»

CLÁUDIA MORÁN

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Una fotografía suya minutos después del ataque en Westminster, en la que aparece con hiyab, la convirtió en el blanco de todas las críticas

26 mar 2017 . Actualizado a las 20:28 h.

El atentado del miércoles en Londres, que se saldó con cuatro muertos, además del terrorista, no solo provocó una oleada de muestras de solidaridad y duelo compartido. También se produjeron algunos mensajes de odio. Lo sabe bien la joven que fue fotografiada en el puente de Westminster hablando por el móvil mientras, de fondo, un grupo de personas atendía a una persona herida.

La fotografía, obra de Jamie Lorriman, fue tomada minutos después del ataque y podría haber pasado inadvertida, de no ser porque la joven llevaba puesto un hiyab.

En cuestión de horas, la imagen se convirtió en la polémica del día, especialmente después de que el tuitero estadounidense Texas Lone Star, que acumula miles de seguidores, se hiciera eco de la misma con el mensaje «la principal diferencia entre musulmanes y cristianos».

«La mujer musulmana no presta atención al ataque terrorista, pasea tranquilamente delante de un hombre agonizante mientras revisa su móvil», escribió en otro tuit.

Sus tuits fueron reproducidos en masa por otros usuarios de la red social, y los ataques a la joven se sucedieron. Mientras que algunos tildaron de una «calculada invasión» la presencia de musulmanes, otros manifestaron que la imagen les daba «asco».

En vista de la repercusión que tuvieron esos mensajes en las redes sociales, la joven musulmana decidió emitir un comunicado a través del colectivo Tell Mama, que denuncia los ataques a la comunidad musulmana en el Reino Unido.

«Estoy conmocionada y totalmente consternada por la forma en que se ha distribuido una imagen mía en las redes sociales», indicó la joven, que optó por no desvelar su identidad. La protagonista de la imagen se dirigió «a aquellos individuos que han interpretado y comentado dónde estaban mis pensamientos en ese momento horrible y angustioso».

«Me gustaría decirles que no solo estaba devastada por ser testigo de las consecuencias de un impactante y aterrador ataque terrorista, sino que también he tenido que lidiar con el shock de ver mi fotografía compartida en todas las redes sociales por aquellos que no pudieron ver más allá de mi vestimenta, y que sacaron conclusiones basadas en el odio y la xenofobia», explicó.

La joven aclaró que sus «pensamientos en ese momento eran de tristeza, miedo y preocupación» y que «lo que la imagen no muestra es que había hablado con otros testigos para tratar de averiguar lo que estaba sucediendo, para ver si podía ser de alguna ayuda, a pesar de que ya había suficientes personas atendiendo a las víctimas».

Fue entonces cuando decidió coger su móvil, momento en que fue captada por el objetivo de Lorriman. «Decidí llamar a mi familia para decirles que estaba bien y que estaba volviendo del trabajo a casa, ayudando a una señora a llegar a la estación de Waterloo», señaló.

«Mis pensamientos están con todas las víctimas y sus familias», insistió la protagonista de la fotografía de la discordia.

Antes del comunicado de la afectada, fue el propio fotógrafo quien explicó en declaraciones a The Guardian que la joven «parecía muy inquieta» en el momento de la foto. «Estaba en medio de una escena horrible. Su expresión me dice que estaba horrorizada por lo que estaba viendo y, simplemente, necesitaba salir de esa situación. A todos los que estábamos allí nos dijeron que abandonásemos el puente», aclaró Jamie Lorriman.

La mujer del hiyab también tuvo unas palabras de agradecimiento para el fótografo por haberla «defendido en los medios de comunicación».

Los tuiteros que lanzaron mensajes xenófobos no se disculparon, pero recibieron numerosas respuestas de otros usuarios de Twitter que se solidarizaron con la mujer.

Algunos publicaron otra fotografía en la que puede verse con claridad el rostro de consternación de la joven musulmana.

Otros compartieron fotografías casi idénticas de los momentos posteriores al atentado, pero cuyos protagonistas no eran musulmanes. En esos casos, nadie criticó la actitud de los que aparecían en las imágenes.