El presunto autor del ataque al Borussia Dortmund quería especular en bolsa contra el club

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GUIDO KIRCHNER | AFP

La jueza envía a prisión al ciudadano germano ruso que pretendía lograr una caída considerable de las acciones del club para lucrarse con la venta de las acciones que adquirió

21 abr 2017 . Actualizado a las 19:59 h.

La policía alemana detuvo este viernes al presunto autor del ataque con explosivos contra el autobús del Borussia Dortmund, cuyo móvil, según la fiscalía, fue un afán de lucro especulando con las acciones del club de fútbol germano.

Detenido por una unidad de élite de la policía en la región de Tubinga, Serge W. es un ciudadano germano-ruso de 28 años. El joven, en detención preventiva, está acusado de intento de homicidio, posesión de explosivos y heridas voluntarias. Según la fiscalía, el móvil del sospechoso no era terrorista -una de las pistas investigadas- sino económico. El joven quería provocar una caída de la acción del BVB Dortmund ya que había colocado, especulando con la caída de la acción, tres opciones de venta (put-options).

«Para la compra de estos productos derivados, el sospechoso contrajo un crédito al consumo por varias decenas de miles de euros», explicó la representante de la fiscalía alemana, Frauke Köhler.

«Opción de venta»

«Cuanto más hubiese caído la acción, mayor habría sido el beneficio del sospechoso. No podemos decir en lo inmediato cuál hubiese sido el monto máximo de su beneficio, aún está siendo calculado por los investigadores financieros de la policía criminal», agregó.

El hombre compró el día del ataque, el martes 11 de abril, el equivalente a 15.000 acciones del club apostando a que bajarían con una fecha límite fijada al 17 de junio, según la fiscalía.

La principal transacción fue hecha desde el hotel L'Arrivée en Dortmund, donde se hospedaba él y donde el equipo alemán estaba concentrado para el partido. La operación hecha por internet orientó a los investigadores hacia Sergej W. Según Köhler el hombre habría actuado sólo, ningún indicio da cuenta en lo inmediato de una eventual complicidad.

Las autoridades alemanas, que sospechaban que se trataba de un atentado yihadista, habían abierto una investigación por «intento de homicidio», sin utilizar oficialmente el calificativo «terrorista», alegando que era muy pronto para sacar conclusiones.

Los investigadores se concentraron en tres reivindicaciones luego del ataque, aunque contradictorias: una islamista hallada en el lugar del crimen el mismo día, otra de la extrema izquierda difundida en internet y una de la extrema derecha enviada a la prensa alemana.

La explosión al paso del autobús del BVB de tres artefactos disimulados en un seto contenían varillas metálicas que fueron propulsadas por la deflagración. Una de las varillas se incrustó en el reposacabezas de un asiento del autobús y otra fue hallada «a 250 metros» del lugar de la explosión, precisó la fiscalía.

El jugador español Marc Bartra resultó herido y fue operado esa misma noche de una fractura en la muñeca. Un agente de la policía que escoltaba el autobús en moto sufrió por su parte un trauma acústico.

Según la fiscalía el sospechoso había alquilado desde «mediados de marzo» una habitación en este hotel en donde se instaló dos días antes de los hechos. El tipo de explosivo utilizado no fue aún identificado, añadió.

Según Bild, el sospechoso estaba capacitado para fabricar bombas activadas a distancia: en julio del 2015 obtuvo un premio en electrónica e ingeniería industrial.

«Móvil repugnante»

Presentarse como un terrorista «es también una forma particularmente pérfida de jugar con el miedo de la población», estimó durante una rueda de prensa el ministro del Interior, Thomas de Maizière. Antes, calificó este arresto como «un gran éxito» y denunció un «móvil particularmente repugnante». En un comunicado los dirigentes del club agradecieron a las autoridades. El capitán del equipo, Marcel Schmelzer, afirmó que «para todos los estaban sentados en el autobús, estas informaciones son importantes».

La implicación de un iraquí de 26 años, presentado en un momento como el principal sospechoso, tampoco había sido confirmada. Al hombre se le dictó dos días después del ataque detención preventiva pero por «pertenecer al grupo Estado Islámico» (EI) en Irak en el 2014 y el 2015 y por sus contactos con esa organización desde Alemania. El ataque conmocionó profundamente al equipo de Dortmund y al mundo del fútbol, pero el partido solo fue aplazado un día, suscitando el enfado del entrenador del BVB Thomas Tuchel.

Dortmund perdió (2-3) y volvió a caer esta semana en el partido de vuelta (3-1). El Borussia Dortmund decidió contratar a expolicías de élite para crear una unidad de protección de sus jugadores, anunció su director ejecutivo Hans-Joachim Watzke al diario Süddeutsche Zeitung.

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