Crónica de una noche de horror

La Voz / Agencias LONDRES

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OLI SCARFF | AFP

«Todo el mundo estaba gritando y corriendo, el suelo estaba repleto de abrigos y teléfonos móviles». «Sentí como un fuego en el cuello y cuando levanté la vista había cuerpos por todos lados». «Había padres que llevaban en brazos a sus hijas entre lágrimas»

23 may 2017 . Actualizado a las 14:00 h.

La explosión llegó al final, tras la última canción. El concierto estaba a punto de acabar. Ariana Grande se había retirado tras el telón y las luces ya estaban encendidas. «Súbitamente, se vio un destello y se escuchó un golpe». Habla Gary Walker, en declaraciones a BBC Radio 5 Live. Esperaba junto a su esposa a que sus hijas abandonasen el Manchester Arena. Hasta su cuerpo llegaron varios trozos de metralla. Su mujer tuvo que ser atendida por una herida en el estómago.

Los testimonios de la noche se suceden, escalofriantes. El recinto, con capacidad para 21.000 personas, recibía este lunes a la estrella del pop, ídolo de niños y adolescentes. La juventud de Mánchester se había dado cita en el lugar, acompañada, la mayoría, por sus padres. Deambulan hoy de hotel en hotel, de casa en casa, buscando a los menores que, perdidos, permanecen en alojamientos cedidos a la espera de reencontrarse con sus familiares. Particulares y hoteles han puesto habitaciones a disposición de los asistentes al concierto. En Twitter, la etiqueta «RoomForManchester» («Habitación para Manchester») coordina la solidaridad. Bajo su paraguas, multitud de anuncios de ayuda. 

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«Se produjo una detonación y todas las personas que estaban en el otro lado del pabellón se pusieron a correr de pronto hacia nosotros porque trataban de salir hacia (la calle) Trinity Way», relata Khan Majid Khan, de 22 años, a la agencia local PA . «Todo el mundo estaba gritando y corriendo, el suelo estaba repleto de abrigos y teléfonos móviles -apunta Robert Tempkin, también de 22, a la BBC-. La gente simplemente lo arrojaba todo». 

Cinco segundos de un silencio pavoroso 

«El pabellón se quedó pavorosamente en silencio durante cinco o seis segundos, que parecieron más largos, y luego todo el mundo corrió en todas direcciones», dice a la AFP Kennedy Hill, una adolescente que estaba en el lugar. La gente iba perdiendo zapatos y teléfonos por el camino al tratar de huir. «Había padres que llevaban en brazos a sus hijas entre lágrimas», añade Sebastian Díaz, de 19 años.

Como Gary Walker, Elena Semino se encontraba junto a su marido esperando a su hija en la zona de la entrada, junto a las taquillas. Se produjo entonces la detonación. «Sentí como un fuego en el cuello y cuando levanté la vista había cuerpos por todos lados», explica al diario The Guardian. «Estaba arriba, en las escaleras, con mi marido, esperando a nuestras hijas y el cristal estalló -habla Emma Johnson en la BBC- Todo el edificio tembló». «El pasillo estaba lleno y olía a quemado, había mucho humo en el momento en que nos fuimos», relata a la cadena Sky News Isabel Hodgins.

El caos se apoderó de la zona y horas más tarde hay quien todavía no ha encontrado a sus seres queridos. Familiares y amigos de los asistentes al concierto llevan desde esta madrugada difundiendo fotografías y mensajes a través de las redes sociales para tratar de localizar a aquellos que aún están perdidos.

El llamamiento de la madre de Olivia Campbell, de 15 años, es uno de los más dramáticos. La joven acudió al concierto con su mejor amigo, que ha sido trasladado al hospital universitario Manchester Royal Infirmary. De ella nada se sabe. «Todo lo que sé es que estaba en el Manchester Arena con su amiga viendo a Ariana Grande y todavía no ha aparecido», dijo Charlotte Campbell en declaraciones al programa de televisión Good Morning Britain. «No logro contactar con ella. He llamado a hospitales, he llamado a todos los sitios, a los hoteles donde decían que habían resguardado a los niños». «He llamado a la policía. No hay noticias, tengo que esperar. Estoy en casa por si aparece», agregó.