El Ministerio de Seguridad del país africano ha señalado que unos individuos armados tomaron un resort en Bamako
19 jun 2017 . Actualizado a las 10:36 h.Al menos dos personas han muerto en un ataque llevado a cabo por seis individuos armados contra un hotel de lujo situado a las afueras de Bamako, en la capital de Malí, según ha informado el Ministerio de Seguridad del país africano.
«La primera víctima es un ciudadano franco-gabonés. Estamos intentando confirmar la nacionalidad de la otra víctima», ha explicado el portavoz del Ministerio, Baba Cissé. Además, las fuerzas de seguridad habrían logrado liberar a 36 personas que habían sido tomadas como rehenes por los atacantes, según el Ministerio.
«Las fuerzas de seguridad están allí. Campement Kangaba está aislado y hay una operación en marcha», había explicado anteriormente Cissé en declaraciones telefónicas. «La situación está bajo control», aseguró.
El hotel es el resort de lujo Le Campement Kangaba, situado en Dougourakoro, al este de la capital del país, Bamako. Este hotel es frecuentado por trabajadores occidentales desplazados a Malí que pasan allí el fin de semana.
«Al principio pensábamos que eran hombres armados que intentaban robar, pero luego empezamos a considerar que se tratara de un ataque terrorista por la forma en que operaban», ha manifestado el ministro de Seguridad, Salif Traore.
Las fuerzas de seguridad de Malí, junto a las fuerzas de la misión de la ONU en el país, han rodeado el edificio. Boubacar Sangare, que se encontraba en la zona en el momento en que se produjo el ataque, ha señalado que «varias personas estaban huyendo del complejo mientras la Policía se enfrentaba a los asaltantes».
Al menos dos de los seis atacantes han sido abatidos por las fuerzas de seguridad de Malí, según ha informado la agencia de noticias Sputnik, que ha explicado que cuatro de ellos eran de nacionalidad maliense.
Tras la retirada del grueso de las fuerzas militares francesas en el 2014 se han incrementado los ataques de grupos armados insurgentes en el país. La misión francesa puso fin a la ofensiva de grupos islamistas, incluidos grupos vinculados a Al Qaeda, que se habían hecho con el norte de Malí un año antes.
Sin embargo, los milicianos islamistas siguen operando en la zona y la inseguridad se ha visto agravada por las tensiones entre grupos rebeldes locales tuareg y las milicias progubernamentales a pesar de la presencia de una misión de mantenimiento de la paz de la ONU, que ha desplegado 10.000 efectivos.