Trump destroza la imagen de Estados Unidos en el mundo

aDRIANA rEY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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CARLOS BARRIA | REUTERS

Mexicanos, españoles y suecos son los que menos confianza tienen en el presidente republicano

28 jun 2017 . Actualizado a las 07:31 h.

El mensaje de «Hacer América grande de nuevo» no cala en el planeta. Al contrario, en cinco meses de presidencia Donald Trump se ha ganado el rechazo del mundo y ha provocado la caída de la imagen de su país, nada menos que 15 puntos (del 64 % que recibía con Barack Obama al actual 49 %). Estas son las principales conclusiones de la encuesta global del Centro de Investigación Pew Research. Los 40.447 encuestados en 37 países consolidan la creencia de que tanto Trump como sus políticas son profundamente impopulares. Tanto es así que solo un 22 % confía en su gestión en la arena internacional. Un dato que contrasta con el 64 % que recibió su antecesor en su último mandato en la Casa Blanca.

El declive internacional del republicano es especialmente pronunciado en México y España, países donde obtiene los peores resultados. En su vecino del sur, Trump apenas aglutina un 5 % de la confianza, mientras que en España se lleva un pobre 7 %. Pero si hay un derrumbe importante, ese es el que el magnate ha protagonizado en Suecia, donde Obama tenía un apoyo del 93 % y Trump apenas supera el 10 %. 

Solo Rusia e Israel

Eso sí, la pérdida de confianza entre sus aliados europeos contrasta con la buena acogida que el magnate ha tenido en Rusia e Israel donde le apoyan un 53 % y un 56 %, respectivamente.

El sondeo -realizado entre el 16 de febrero y el 8 de mayo- refleja además que la propuesta más impopular del presidente estadounidense es su plan para construir el muro fronterizo con México, el cual aglutina un 90 % de rechazo popular, que tampoco apoya la oposición del magnate a los acuerdos de libre comercio y su salida del pacto contra el cambio climático.

En consecuencia, muchos dudan ahora de los valores democráticos de Estados Unidos. En el vecino Canadá, por ejemplo, un 55 % asegura que no le gusta la democracia estadounidense, una postura respaldada por el 64 % de los franceses y el 68 % de los mexicanos. La confianza en Donald Trump está influenciada tanto por sus políticas como por su carácter. Un 75 % le considera «arrogante», mientras que un 62 % lo ve «peligroso». Solo un 23 % cree que es un líder «preocupado por la gente de a pie».

En EE.UU., un sondeo publicado la semana pasada por la CBS otorgó 36 % de opiniones favorables a Trump, el porcentaje más bajo desde que llegó a la Casa Blanca. 

Mofas a CNN

Trump aprovechó la renuncia de tres periodistas de la CNN, para cargar contra los medios. «Fake News [noticias falsas] CNN está preparando cambios en su gestión ahora que les han pillado publicando historias falsas sobre Rusia», se mofó en Twitter. Thomas Frank, Eric Lichtblau y Lex Harris dimitieron después de publicar una información que, según la CNN, no cumplía los estándares de calidad y rigurosidad, porque se basaba en una sola fuente anónima, aunque eso no significa que sea falsa. La información aseguraba que el Congreso estaba investigando los lazos del equipo de Trump con fondos de inversión rusos. 

Otra rebelión republicana obliga al Senado a retrasar la derogación del «Obamacare»

La rebelión interna en el Partido Republicano ha sido la causante de que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, se viese obligado ayer a posponer la votación del proyecto de la nueva ley sanitaria hasta después del 4 de julio. La propuesta ya no contaba con el apoyo suficiente para poder superar el escrutinio de la Cámara alta, pero en las últimas horas el respaldo era todavía menor tras el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, que predijo que 22 millones de personas perderían la cobertura médica en 10 años, si la propuesta es aprobada.

Incapaces de ponerse de acuerdo a pesar de llevar siete años tratando de derogar el Obamacare, moderados y conservadores no salen de una guerra interna que ya provocó problemas en la nueva Administración, tras otra votación fallida en la Cámara baja. Trump tendrá ahora que volver a buscar un acuerdo con los díscolos.

Damasco y Moscú acusan a EE.UU. de «montaje» para justificar un nuevo ataque a Siria

Dos meses después del ataque con gas sarín contra Jan Shijún, que dejó al menos 58 muertos, el Gobierno de EE.UU. acusó ayer que Bachar al Asad de estar preparando otro ataque similar tras detectar «preparativos» en la base aérea siria del Shayrat, la misma objeto del primer bombardeado de la era Trump. La alerta vino acompañada de una advertencia: Al Asad y su Ejército «pagarán un alto precio» si lo llevan a cabo. Tanto Rusia como el régimen de Damasco negaron esta acusación y calificaron las palabras de la Casa Blanca de «montaje» para preparar el terreno ante una posible acción militar en Siria.

El anuncio, realizado vía comunicado de prensa, sorprendió al Departamento de Estado. Primero porque no fue informado previamente y segundo por las formas utilizadas desde el ala oeste. Hasta la llegada de Trump, la Casa Blanca no desvelaba públicamente sus intenciones bélicas. En cuanto a sus advertencias, lo normal es que se hagan de forma privada y por canales diplomáticos, no a través de un comunicado a los medios firmado por su portavoz, Sean Spicer.

A su difusión, le siguió la contundente advertencia de la embajadora de EE.UU. en la ONU, Nikki Haley, en su cuenta de Twitter: «Cualquier ataque adicional contra la gente de Siria será responsabilidad de Al Asad, pero también de Rusia e Irán, que le apoyan matando a su propia gente», zanjó. Las palabras de Haley fueron calificadas por Rusia de «inaceptables», un posicionamiento que no sorprende ya que sigue sin responsabilizar al régimen sirio del ataque químico de abril. En aquel momento, EE.UU. respondió con el lanzamiento de 59 misiles Tomahawk contra la base tras identificarla como el lugar donde partieron los aviones que bombardearon Jan Shijún.

Trump ya ha recibido el apoyo del presidente Macron para actuar conjuntamente. El secretario británico de Defensa, Michael Fallon, adelantó que en esta ocasión su país «apoyará» una acción militar preventiva.