La defensa del supuesto asesino de la mancuerna dice que actuó por un impulso irrefrenable

La Voz REDACCIÓN

OVIEDO

El supuesto asesino de la mancuerna
El supuesto asesino de la mancuerna J.L.Cereijido

La abogada del acusado sostiene que el procesado estaba «acorralado» por la situación económica que sufría

12 ene 2017 . Actualizado a las 18:30 h.

La defensa del acusado de asesinar a su compañera sentimental con una mancuerna en el piso que compartían en la capital asturiana, en noviembre de 2015, ha sostenido que el procesado estaba «acorralado» por la situación económica que sufría y que cometió el crimen por un «impulso irrefrenable».

Al inicio del juicio con jurado que ha comenzado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, la abogada, María López Castro, ha dicho que la intención del acusado era evitar que la mujer no sufriera tras comprobar que ya no tenían fondos. En su exposición inicial, antes de la declaración del acusado, la defensa ha rechazado las acusaciones de un delito de asesinato y ha pedido su absolución tras mantener que tiene un trastorno psiquiátrico.

La Fiscalía, que solicita una pena de 25 años por asesinato, ha rechazado que el acusado pudiera sentir un impuso irrefrenable, al entender que era consciente de todo lo que hacía y que la engañó para golpearle con la barra metálica por detrás. Los hechos que han comenzado a juzgarse hoy ante un jurado popular ocurrieron el 5 de noviembre de 2015 en el piso de la calle General Zuvillaga de Oviedo en el que convivían ambos, alquilado por la mujer.

La Fiscalía sostiene que, desde el principio de la relación, el acusado, que carecía de medios de vida, trató de aparentar ante la víctima una situación económica desahogada, llegando a fingir incluso que trabajaba, o bien decía que estaba a la espera de cobrar importantes sumas de dinero o que tenía pendientes cuestiones financieras a punto de resolverse a su favor.

Según el Ministerio Público, la mujer aceptaba estas explicaciones de buena fe, dada la situación de dependencia afectiva en la que se encontraba, y sufragaba todos los gastos de su pareja, endeudándose cada vez más y pidiendo nuevos préstamos al banco, siempre en la creencia de que el acusado estaba a punto de arreglar su economía.

La situación llegó al extremo de que les cortaron el suministro de luz de la vivienda, si bien el acusado, una vez más, se las arregló para hacer ver a la mujer que había una avería.

En estas circunstancias, relata el fiscal en su escrito, entre las 14:30 y las 15:00 horas del 5 de noviembre de 2015, el acusado, decidido a acabar con la vida de su pareja, y cuando ambos se encontraban en la vivienda que compartían, la llamó para que fuera al dormitorio con el pretexto de mostrarle una fuga de agua.

En el momento en que ella se arrodilló sobre la cama para observarla, sin mediar palabra y aprovechando que la mujer estaba desprevenida y totalmente indefensa, el acusado cogió una barra de una mancuerna metálica de unos 30 centímetros de largo que guardaba bajo la cama y, por la espalda, la golpeó con ella en la cabeza repetidas veces hasta causarle la muerte, según el fiscal.