«Tantos años denunciando lo que iba a pasar y ahora pagamos nosotros los excesos del PP»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

OVIEDO

Cristina Pontón
Cristina Pontón Ayuntamiento de Oviedo

La Portavoz de IU en el Ayuntamiento de Oviedo analiza los dos años de la coalición en el equipo de gobierno. Asegura que han puesto fin a una etapa de «oscurantismo» y entre los retos pendientes destaca conservar el patrimonio histórico, impulsar la capitalidad y desarrollar el medio rural

16 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

IU es la tercera pata en el tripartito ovetense. Dos años después de la formación del nuevo equipo de gobierno, la portavoz de la coalición repasa los principales logros conseguidos durante este periodo y fija los retos para los próximos meses. En su opinión, la entrada de PSOE, Somos e IU ha servido para poner fin a una etapa de «opacidad» y para revertir las políticas municipales para hacerlas más eficaces y que lleguen a los que más lo necesitan. Critica al PP por los excesos cometidos durante sus mandatos y por una forma de hacer política que «tenemos que pagar nosotros». Celebra que la cultura llegue ahora a más puntos de la ciudad y apuesta por desarrollar el medio rural, «el gran olvidado del municipio».

-El mandato del tripartito llega a su ecuador en Oviedo. ¿Qué valoración hace IU de este tiempo?

-La valoración de estos dos años no se puede entender sin los dos que quedan, que van a ser complementarios. Hemos puesto fin a una etapa de excesos, de opacidad y oscurantismo. Hemos ido reordenando las prioridades del ayuntamiento en la medida de nuestras posibilidades porque ahí está la queja de la falta de personal y de cómo nos ahogan las leyes de Montoro. Las prioridades antes eran las megaobras, el hormigón, y nosotros quisimos dar la vuelta eso. Lo importante son ejemplos como las becas comedor, recuperar las de los investigadores, dotar al ayuntamiento de más personal… prioridades distintas a las que había hasta ahora. También es verdad que tuvimos que abordar una serie de chollos o pufos. Heredamos el Calatrava, el Asturcón… Una cosa es solucionar el Asturcón parcialmente, pero ahora hay que darle contenido.

-Cuando llegaron aseguraron que uno de sus objetivos era levantar alfombras. ¿Qué han encontrado?

-Al menos IU llevaba muchos años en el ayuntamiento denunciado cosas escandalosas y haciendo oposición. Hay veces que me entristece pensar que tras tantos años denunciando lo que iba a pasar, ahora somos nosotros los que tenemos que pagar las consecuencias de la gestión del PP. Hay que hacerlo por responsabilidad, pero piensas «ya te lo dije». Encontramos muchas cosas difíciles de solucionar y con un elevado coste. La sentencia de Villa Magdalena, saldrá la del Calatrava durante este tiempo… es un quebranto a todo lo que queremos hacer. Tenemos que gestionarlo de la mejor forma posible y está siendo muy difícil.

-¿Esperaban tantas complicaciones?

-La negociación presupuestaria del primer año fue bastante dura, la del segundo salió en automático. Todos estamos de acuerdo y somos conscientes de que hay que ceñirse a la legalidad. En la comunicación al exterior, a veces suena como un lamento repetido, pero estamos siendo capaces de gestionar lo poco que nos queda para priorizar lo que decía antes.

-¿En qué fase están sus relaciones con el resto de socios de gobierno?

-Las relaciones son buenas. De la pluralidad nacen las mejores ideas. Esa pluralidad provoca más elaboración política y evita muchos abusos porque hace rendir cuentas, lo primero a tus socios. Eso te hace madurar y centrar de verdad la nueva política. Todos los días aprendemos a converger con otros puntos de vista. Es una experiencia que enriquece, que ayuda a desarrollar habilidades de negociación. No es fácil, las fricciones están ahí. Tenemos un acuerdo común, con programas políticos similares pero cada uno con matices, si no iríamos juntos a las elecciones. Hay que equilibrar, pero creo que la experiencia es positiva. Estamos orgullosos de llegar hasta aquí. Había muchos que no confiaban en nosotros y estamos demostrando que sabemos gestionar.

-¿Ya han pasado lo peor?

-Creo que a estas alturas nadie pone en duda que acabaremos la legislatura. El proceso de maduración igual no fue lo suficientemente rápido. Los procesos llevan tiempo, llegamos en situaciones difíciles y tal vez no supimos proyectar al exterior lo que pasaba internamente. Hay que ser autocríticos. Hay que aprender a prescindir del titular, de la imagen y de la urgencia electoral. Tenemos que centrarnos en la gestión y dejar al margen lo demás. En ello estamos.

-¿Tienen más sintonía con el PSOE o con Somos?

-La sintonía es igual con ambos. Se trata de buscar el equilibrio y el sitio de cada uno. Todos queremos mantener nuestra identidad, no se trata de sintonizar con unos o con otros, es buscar la cohesión que ahora, tras dos años, hemos conseguido. Somos institucionalmente fuertes y tenemos que reforzar entre todos la figura del alcalde, que es quien tiene que liderar.

-¿Cuáles son los principales retos pendientes?

-Todavía quedan muchas cosas. Existen varios ejes, entre ellos el patrimonio histórico, la capitalidad y el medio rural. El medio rural es muy grande, desconocido y está muy atrasado. No solo hay que ponerlo en valor, hay que ponerlo en siglo XXI, porque en determinados aspectos está en el XIX. La belleza de ese medio rural debe transformarse en actividad económica. Respecto a la capitalidad, Oviedo tiene que liderar el proceso de reorganización territorial. Y nos quedan otras cosas. En temas como la participación debemos hacer una pedagogía enorme. Los ciudadanos no estamos acostumbrados a que se cuente con nosotros. Debemos tomar conciencia de que podemos hacer más que votar cada 4 años.

-¿Teme que los dos últimos años de gobierno se conviertan en una carrera en la que cada uno de los tres partidos se preocupe más «vender» sus logros que de gestionar?

-Creo que lo que debemos hacer es seguir gestionando hasta el final. Lo importante no es quién lo hizo, sino que se hizo. Lo que dices va a ser inevitable, pero esperemos que sea muy al final y que sea algo normal. Eso se hace desde la oposición también. Desde el gobierno será un proceso que esperemos que no enturbie la gestión.

-¿A esa cita electoral le gustaría presentarse junto a Somos o por separado?

-A día de hoy, tal cual está funcionando el equipo de gobierno, no es el momento de decidir eso. Tenemos que centrarnos en la gestión. Cuando llegue el momento, los militantes de los partidos serán los que decidan.

-¿Es el Bulevar de Santuyano el gran legado que dejará el tripartito?

-Hay proyectos que son muy pequeños pero son muy importantes para determinadas personas. Los saneamientos en el medio rural, asfaltar caleyas… Tenemos las prioridades claras. Arreglar el Bulevar, con el valor de oxígeno de 10 millones de fondos europeos, va a ser importantísimo, pero no somos un gobierno que se quiera caracterizar por las grandes obras. Para nosotros son grandes obras que una persona pueda salir de su casa. Con la herencia que tenemos, va a ser difícil construir otro Calatrava, aparte de que políticamente ninguno queremos eso.

-¿Hay alguna posibilidad de llegar a acuerdos de calado con el PP?

-Las posiciones están enquistadas. En este momento el PP está sumido en otro tipo de preocupaciones. Cuando tienes que solucionar tu situación judicial no pones el resto en la actividad municipal. Eso está enturbiando la labor de la oposición. No hay posibilidades de acuerdo.

-¿Esa falta de sintonía es solo con Caunedo o también con el resto del grupo?

-Yo no juzgo a nadie, pero no hablamos de Caunedo como persona o como PP. Caunedo forma parte del PP, es el que manda en Oviedo. A su vez está dentro de un PP imputado como partido. Durante 24 años en Oviedo el Calatrava, Villa Magdalena… Ahora mismo las circunstancias respecto al grupo de la oposición son las que son.

-Gabino De Lorenzo amenaza con denunciarles…

-Creo que todo el mundo tiene derecho al pataleo, eso como mínimo. Él debe ser consciente de lo que haya hecho. Para nosotros abrir ese expediente era una obligación, de no haberlo hecho seríamos cómplices. Está en su derecho de tomar medidas, pero nosotros no vamos a ser negligentes ni cómplices.

-En el último pleno se vivieron tensiones con una parte de los representantes de los movimientos vecinales. ¿Se está crispando la política municipal?

-Creo que es interesante que todas las posturas se reflejen, eso ya es participar. Que la gente vaya al pleno y proteste. Queremos que participen, pero también que propongan cosas que den respuesta a las necesidades de la gente. Hay que hacer mucha pedagogía. Tomarse las cosas con calma. Un proceso de este tipo hay que hacerlo de forma lenta para que cale poco a poco.

-El alcalde ha asegurado que alguna de estas protestas están encabezadas por los antiguos alcaldes de barrio del PP. ¿Qué opina?

-No sé si es así o qué tipo de carné tiene cada uno. En todos los trabajos hay que tener unas características para desarrollar ese puesto. Aquí hay que tener habilidad de consensuar, de escuchar, independientemente de la afiliación de cada uno. Tenemos que escuchar a todos e intentar favorecer la convivencia. Que todo sea complementario y todo aporte.

-Los presupuestos generales, las obras en el puente de Nicolás Soria, los terrenos de La Vega… ¿Se sienten maltratados por el Gobierno de Rajoy?

-Sí, claro. Pero no este año, también en años anteriores.

-¿Qué opciones reales hay de recuperar La Vega?

-Antes de celebrarse la reunión ya hay informaciones de que quieren vender. Eso nos hace pensar que nos van a seguir maltratando. Parece que no va a ser un trato tan amable como nos gustaría.

-¿Cómo están las relaciones con el Ejecutivo autonómico?

-Tenemos muchas cosas a medias. Encontramos colaboración en temas como los medioambientales, en Trubia, y ganas de colaborar con el tema de la reordenación del Cristo, aunque es un proceso más lento de lo que nos gustaría. Ves el espíritu de colaboración, aunque siempre se puede ir a mejor.

-¿Cómo repercutirá el remanente en las áreas que dirige IU?

-En cultura proponemos un modelo cultural distinto, más accesible, más plural. Accesible en el sentido de popular, de hacerlo llegar a más gente. Queremos la ópera no solo en el Campoamor, recuperar una tradición teatral con teatro de calidad y apostar por el cine tanto dentro del Filarmónica como fuera; sesiones de cine de verano… Repercutir en cosas que percibe la gente. Todos los días hay actividades culturales y se va a aprovechar mucho más que antes. En el tema de personal se intentarán sacar más plazas, aunque sean temporales. A modo general habrá muchas pequeñas inversiones que son muy necesarias, como saneamientos… acciones que a la zona rural le van a venir muy bien porque es la gran olvidada de este municipio.