Mata a cuchilladas a dos familiares y hiere a otro al sufrir un brote psicótico

x. melchor, t. taboada SANTIAGO / LA VOZ

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Xurxo Melchor

La mujer fue detenida cuando atacaba a su suegro y los cadáveres se descubrieron después

28 jul 2016 . Actualizado a las 01:38 h.

La tragedia que ha dejado helada a toda Arzúa comenzó en la madrugada de ayer y se consumó por la mañana, cuando al incidente en el que una vecina de la parroquia de Figueiroa había atacado a su suegro tras sufrir un brote psicótico se le sumó la aparición muertos a cuchilladas de dos familiares de la mujer que vivían en la casa de al lado. 

María de las Mercedes S. R., de 46 años de edad, atacó de madrugada a su suegro, E. C. I., de 79. Fuentes oficiales han confirmado que tuvo un episodio crítico de la enfermedad mental que padece desde hace años que la llevó a empuñar un cuchillo contra el hombre. La mujer fue reducida antes de que el ataque tuviera consecuencias peores y el padre de su esposo finalmente solo sufrió cortes leves en la cara y el cuello, así como también hematomas por golpes. 

Los servicios de Urxencias Médicas recibieron el aviso y hasta la casa acudieron los sanitarios. Tras atender en primera instancia a la mujer y a su suegro, ambos fueron trasladados en ambulancias del 061 hasta el Hospital Clínico de Santiago para su evaluación. María de las Mercedes fue detenida en ese mismo momento por la Guardia Civil como presunta autora de la agresión con arma blanca e ingresada en el departamento de psiquiatría del centro. El agredido, por su parte, fue trasladado a Urgencias, aunque las heridas que presentaba no eran en principio graves. 

Lo peor estaba por llegar. María de las Mercedes vive con su marido, sus dos hijos y su suegro en una casa situada en la parroquia arzuana de Figueiroa. Un lugar bastante apartado, poco poblado y en el que los vecinos más cercanos residen a poco menos de un kilómetro de allí. La vivienda colinda con otras dos. Una de ellas está deshabitada y en la más cercana, situada a unos escasos quince metros, residía el matrimonio asesinado. 

Ayer por la mañana se registraba otra llamada de emergencia desde Figueiroa. Un miembro de la familia había visto que en la puerta de la casa de los fallecidos, situada al lado de la de la atacante, había rastros de sangre en el pomo. Agentes del cuartel de la Guardia Civil de Arzúa acudían a la vivienda y, al acceder a su interior, se encontraron con el matrimonio muerto por heridas de arma blanca. Amador Varela Cao tenía 98 años de edad y Soledad Conde Mariño, 84. Eran tíos del marido de la presunta homicida, a la que los agentes del instituto armado que dirigen la investigación atribuyen ambas muertes. 

Tras el hallazgo, la habitualmente tranquila vida de esta parroquia arzuana en la que residen menos de 70 personas se llenó de sirenas, coches de la Guardia Civil y de la Policía Local. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron miembros de las brigadas de Policía Judicial y Científica para esclarecer todos los puntos del suceso. Además de la toma de muestras y de huellas se van a llevar a cabo minuciosos estudios de ADN para confirmar que la tesis oficial es la correcta y que fue María de las Mercedes S. R. la que acabó con la vida de sus tíos y no otra persona. 

Con los datos de que disponen ahora los investigadores todo hace pensar que la presunta homicida mató antes a sus tíos políticos y que volvió después a su casa. Tras acceder de nuevo a la vivienda en la que reside con toda su familia, en un momento de la madrugada y sin que se sepa por el momento si existió o no algún detonante, fue cuando atacó también a su suegro a golpes y con un cuchillo. 

De otro modo, no habría podido perpetrar el doble homicidio, dado que tras agredir con un cuchillo a su suegro, la mujer ya no salió de su vivienda. Fue trasladada por el 061 hasta el área de psiquiatría del Hospital Clínico de Santiago y allí permanece desde entonces en calidad de detenida. 

Ni el marido, ni los dos hijos ni el suegro de María de las Mercedes se habrían percatado del momento en el que la mujer entró en la vivienda del matrimonio y tampoco hay constancia de que escucharan ruidos o gritos que indicasen disputa o lucha. Los hechos parecen estar claros, pero la Guardia Civil no quiere dejar ningún cabo suelto, de ahí que se vayan a llevar a cabo todo tipo de pruebas científicas. 

La agresora tiene marido y dos hijos y cuidaba de los dos ancianos a los que asesinó 

María de las Mercedes S. R. tiene marido y dos hijos. Una niña de 18 años de edad y un chico de 15. En la casa familiar también vivía su suegro, pero este hombre no era la única persona mayor a la que tenía que atender, ya que también estaba encargada del cuidado del matrimonio al que presuntamente asesinó, que eran familia por parte de su esposo, del que eran tíos. Con 98 y 84 años de edad, tenían ya muy limitada su movilidad, aunque los vecinos aseguran que era común verla con ellos dando pequeños paseos por los alrededores. 

Los vecinos de Outeiro de Arriba, el lugar de Figueira más próximo a la casa en la que se produjo el crimen, también aseguran que la relación de la presunta homicida con sus víctimas era buena. De hecho, junto con otro familiar que al parecer también le ayuda, atendía a diario a Amador y Soledad. 

El esposo tuvo un accidente 

La situación familiar era difícil en casa de María de las Mercedes, ya que no solo ella estaba impedida para trabajar por sus problemas mentales, sino que también su marido estaba mal de salud desde que tuvo un accidente de tractor. El vehículo agrícola le causó graves lesiones, especialmente en una pierna, lo que le ha dejado una cojera que era ayer evidente cuando la Guardia Civil lo subió al vehículo en el que presumiblemente lo trasladaban para prestar declaración en calidad de testigo.

El instituto armado también sacó en uno de sus vehículos a los dos hijos de la presunta homicida. Ambos habrían presenciado el incidente en el que su madre atacó con un cuchillo a su abuelo, de ahí que su testimonio también sea totalmente necesario para la investigación. 

Los padres de ella fallecieron 

Este último año había sido muy difícil para María de las Mercedes S. R., porque sus padres fallecieron con pocos meses de diferencia. Ambos residían en el concello de O Pino, del que es natural la mujer detenida por el doble crimen. No en vano, en este municipio sigue viviendo una hermana suya. 

Todos estos acontecimientos, unidos al ya de por sí delicado estado de salud mental que presentaba María de las Mercedes desde hace muchos años, pudieron agravar su situación clínica al punto de favorecer que sufriera un episodio psicótico grave que es el que, según la tesis que maneja la Guardia Civil, la llevó a cometer el crimen. 

Las víctimas aparecieron tumbadas en su cama, vestidas y sin lesiones crueles 

Cuando los agentes de la Guardia Civil entraron en la casa del matrimonio asesinado se encontraron a las víctimas tumbadas sobre su cama. Estaban vestidas y, pese a haber sido asesinadas, no presentaban heridas que permitan suponer que hubo ensañamiento. Daba la sensación de que la presunta homicida no quiso que sufrieran y que acabó con su vida de forma certera y rápida. De hecho, tampoco la estancia era una carnicería. Había sangre, pero no era una escena terrible. Uno de los puntos que debe establecer la investigación es a qué hora fallecieron Soledad Conde Mariño y Amador Varela Cao. Un dato por el que habrá que esperar, dado que la temperatura a la que se encontraba la habitación hacía complicado determinarlo por el calor corporal.