La Comisión Europea exige a Apple 13.000 millones de impuestos no pagados en Irlanda

Europa Press

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El Ejecutivo comunitario castiga a la compañía estadounidense por beneficiarse de acuerdos fiscales con el gobierno irlandés. Tanto la compañía como Irlanda han anunciado que recurrirán el dictamen

30 ago 2016 . Actualizado a las 21:30 h.

La Comisión Europea ha reclamado a la multinacional estadounidense Apple que devuelva 13.000 millones de euros por ventajas fiscales recibidas en Irlanda, al determinar tras una investigación en profundidad iniciada en el 2014 que constituyeron ayudas públicas ilegales.

El Ejecutivo comunitario ha concluido que Irlanda concedió ventajas fiscales ilegales a Appleque le permitieron pagar «sustancialmente menos» impuestos que otras empresas, un trato «selectivo» según Bruselas que otorgó una «ventaja significativa» a la compañía de la manzana.

Por ese motivo, Bruselas ha exigido a Irlanda que recupere un total de 13.000 millones de euros más intereses, que corresponden al periodo comprendido entre el 2003 y el 2014. La comisaria de competencia, Margrethe Vestager, ha recordado que las normas comunitarias impiden a los Estados miembros conceder beneficios fiscales a empresas seleccionadas. «La investigación de la Comisión concluyó que Irlanda otorgó ventajas fiscales ilegales a Apple (...). Este trato permitió a Apple pagar una tasa efectiva del impuesto de sociedades del 1% de sus beneficios europeos en el 2003 que bajó hasta el 0,005% en el 2004».

Apple apelará y advierte de su impacto en el empleo en Europa

Apple ha anunciado su intención de apelar la decisión de la Comisión Europea y ha advertido de que más allá de la propia compañía el efecto «más profundo y perjudicial» se notará en las inversiones y la creación de empleo en Europa. El consejero delegado de Apple, Tim Cook, ha subrayado en una carta abierta que la multinacional «cumple con la ley y paga todos los impuestos que debe, en Irlanda y en todos los países en los que opera», recordando que desde su desembarco en Europa hace 36 años con la apertura de una sede en dicho país ha recibido el asesoramiento de las autoridades tributarias irlandesas para cumplir de forma correcta con su normativa fiscal, igual que cualquier otra empresa con presencia en el país.

«Nuestro crecimiento a lo largo de los años nos ha convertido en el mayor contribuyente fiscal de Irlanda, el mayor contribuyente fiscal de Estados Unidos y el mayor contribuyente fiscal del mundo», destaca el consejero delegado de Apple, señalando la «situación excepcional» de que la Comisión exija a la empresa el pago retroactivo de impuestos adicionales a un Gobierno que afirma que no le debe nada más de lo que ya ha pagado.

«La Comisión Europea ha iniciado una campaña para reescribir la historia de Apple en Europa, ignorar las leyes fiscales de Irlanda y de paso cambiar radicalmente el sistema internacional en materia tributaria», afirma Cook, para quien no tiene fundamento la acusación de que Irlanda concedió a Apple un tratamiento fiscal especial.

«Esta afirmación no tiene fundamento ni en los hechos ni en las leyes. Nunca pedimos y nunca recibimos ningún tipo de tratamiento especial», añade el consejero delegado de Apple, quien considera que en el fondo el caso presentado por la Comisión trata «no tanto sobre cuánto dinero paga Apple en impuestos, sino sobre qué Gobierno recauda ese dinero».

Por otro lado, Cook recuerda que desde la apertura en 1980 de su primer centro en la localidad irlandesa de Cork con 60 empleados, la multinacional cuenta actualmente con unos 6.000 trabajadores en Irlanda y contribuye de forma directa e indirecta al mantenimiento de unos 1,5 millones de empleos en Europa. En este sentido, el máximo ejecutivo de Apple señala que el dictamen de la Comisión no tiene precedentes y sus implicaciones «son graves y de gran calado» al sustituir las leyes fiscales irlandesas por la opinión de Bruselas, algo que supondría «un golpe demoledor para la soberanía de los Estados miembros de la Unión Europea en lo referente a sus propios asuntos fiscales y al principio de la certidumbre del régimen jurídico en Europa».

De este modo, Cook advierte de que, aunque la decisión de Bruselas se centra en Apple, «su efecto más profundo y perjudicial se notará en las inversiones y la creación de empleo en Europa», ya que si se llevara a la práctica la teoría de la Comisión todas las empresas de Irlanda y del resto de Europa correrían el riesgo de estar «sometidas al pago de impuestos dictados por leyes que nunca han existido». No obstante, el consejero delegado de Apple ha expresado su confianza en que la decisión de Bruselas «quede sin efecto», así como su compromiso con Irlanda, donde Apple tiene intención de seguir invirtiendo y creciendo.

Irlanda recurrirá

El ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, ha dicho hoy que su país tiene intención de recurrir el dictamen y ha mostrado su desacuerdo con la decisión de las autoridades comunitarias, por lo que no tiene más opción que apelar ante la Justicia comunitaria. «Esto es necesario para defender la integridad de nuestro sistema fiscal, aportar certeza fiscal a los negocios y desafiar la usurpación de las reglas de ayuda comunitarias en la competencia fiscal de un estado miembro soberano», agregó el ministro. 

Este dictamen llega seis días después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusara a Bruselas de actuar como una «autoridad fiscal supranacional», a raíz de las investigaciones contra multinacionales como Apple, Fiat o Starbucks.

La Comisión Europea respondió que no haría una excepción con la compañía de la manzana y que las normas comunitarias impiden conceder ventajas fiscales a una empresa sin que estén disponibles para sus competidores.

En una reciente entrevista al Washington Post, el director general de Apple, Tim Cook, se opuso a la idea de una multa por parte de la Comisión y dijo «esperar una decisión justa». «Si no fuera el caso, es obvio que recurriremos», afirmó.