Ismael Martínez: «Las escenas de acción ayudan a armar el personaje, por eso quise hacerlas yo»

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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El actor trabaja en la serie «El final del Camino», de la que mañana se emite el segundo capítulo en La 1 de TVE y TVG

17 ene 2017 . Actualizado a las 18:59 h.

Ismael Martínez da vida a Rodrigo de Limia Animal, un soldado de Compostela al que su indisciplina acabó expulsando de la guardia que manda Gonzalo de Catoira. Sin embargo,  El final del camino explora la relación «fraternal» que ambos personajes mantienen, construidos casi como la cara y la cruz de una única persona.

-¿Cómo preparó su personaje? Porque «Animal» y Gonzalo son los únicos que no utilizaron especialistas en las escenas de acción

-Empezamos dos o tres semanas antes de rodar, ya en Silleda. Primero comenzamos el trabajo más general con los especialistas: montar coreografías de peleas, ensayos con los caballos. Y luego, dependiendo del capítulo que se rodase, porque Antonio Velázquez y yo tenemos peleas en todos, trabajábamos las de cada episodio. Ha sido un trabajo duro en ese sentido. Pasamos muchas, muchas horas.

-¿Y por qué la decisión de no usar especialistas?

-Es que como actor, si lo que va a ver el público lo puedes hacer tú, mejor. Quieras que no, nuestros personajes en la serie son muy guerreros y poder hacerlos tú y darles tu impronta es lo deseable. Si te dobla alguien lo va a hacer de otra manera y creo que las escenas de acción ayudan a armar y a formar el personaje, por eso hemos tratado de hacerlo todo nosotros.

-¿Cómo va a evolucionar «Animal»? Se intuye que la relación con Gonzalo viene de antiguo.

-La relación entre ambos queda clara, aunque no se explica. Son dos tipos que, de alguna manera, son como hermanos. No hay ningún personaje que entienda mejor al otro. Animal conoce perfectamente a Gonzalo y viceversa. Y hay una cosa muy bonita, y es que son completamente fieles el uno al otro, pero no hay servidumbre, ninguno está por encima del otro. Hay una amistad muy real y se compenetran a nivel humano y cuando pelean también. Quizá, más allá de la relación de los tres hermanos, una de las más fraternales de la serie es la de Animal y Gonzalo.

-Además del héroe bruto, «Animal» es el personaje del sentido del humor, como quedó patente durante el preestreno, cuando arrancó carcajadas.

-Sí, Se buscaba el contrapunto. Antonio y yo lo hemos hablado muchas veces: Gonzalo y Animal podrían ser el mismo personaje desde dos puntos de vista diferentes. Gonzalo es una persona seria, responsable, leal, a la que le pesa mucho el honor y, sin embargo, Animal, por su trayectoria vital, es todo lo contrario. Pero desde ahí se compenetran muy bien. Para contar la historia de Gonzalo, que aparezca Animal es muy importante, el contrapunto necesario al drama.

-En el primer episodio se intuye que hay una relación entre la reina y «Animal». Se miran de modo especial. Cuénteme, ¿qué pasa?

-¡Hasta ahí podemos leer! Sí, ese guiño queda y es lo suficientemente grande como para que todo el mundo se dé cuenta de que algo pasa ahí o algo pasó.

-¿Qué les diría a los espectadores para que los miércoles se sumerjan en «El final del camino»?

-Pues que la serie tiene todos los ingredientes para que pasen un buen rato, que es lo que se persigue. Se pueden identificar con muchos personajes y hay acción y aventura que estamos acostumbrados a ver en productos extranjeros, y aquí estamos orgullosos de hacerlo con la misma calidad de fuera. ¡Preparen las palomitas y disfruten!