Qué contenidos censura Facebook y por qué

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RITCHIE B. TONGO | efe

El diario británico «The Guardian» hace públicos los manuales de protocolo de la red social para tratar información sensible

23 may 2017 . Actualizado a las 16:58 h.

¿Qué temas e imágenes censura Facebook y por qué? ¿Qué tipo de vara de medir utiliza para ocultar un pezón y mostrar, en cambio, sin ningún reparo, un vídeo de uno de sus usuarios lesionándose en vivo y en directo? ¿De qué forma se enfrenta la plataforma de Zuckerberg a temas sensibles (sexo, violencia, apología del terrorismo) compartidos por su comunidad de adeptos? ¿Qué considera que se puede mostrar al mundo y qué no?

Cuenta la red social con un explícito protocolo de actuación para estos casos, más de un centenar de documentos internos y confidenciales, a los que ha tenido acceso el diario inglés The Guardian, que explican al detalle cómo deben moderar sus trabajadores esta información en «apenas diez segundos». Un par de pestañeos deben resultarles suficientes para decidir si más de 2.000 millones de personas van a ver un contenido o no.

Lo que hacen estas guías de actuación es establecer líneas rojas que, de ninguna manera, Facebook permitirá cruzar. La respuesta, en caso de traspasarlas, será la pura y dura invisibilidad. Texto, foto, vídeo neutralizado. Como si no existiese. Y aunque la mayoría resultan razonables, hay otras que son bastante discutibles. Su inflexible vigilancia no tiene muy contentos, además, a los defensores más entusiastas de la libertad de expresión, que identifican en la herramienta de Zuckerberg al mayor censor del mundo actual.

Amenazas. Entiende Facebook que hay usuarios -a los que mete dentro de la categoría de gente protegida- con los que uno no puede propasarse ni un pelo. Como por ejemplo Trump. Sus manuales rezan claramente que comentarios como  «Alguien debe darle un tiro a Trump» deben ser inmediatamente eliminados. Otras instrucciones, sin embargo, como «Para romper el cuello a una prostituta, asegúrate de que aplicas toda la presión en el centro de su garganta», tienen vía libre. La red social no las considera amenazas creíbles. Así, no es que solo proteja a determinadas personas; la regla tiene más que ver con esta credibilidad. Facebook explica que «la gente utiliza un lenguaje violento para expresar la frustración» en Internet, por lo que hace la vista gorda con determinadas provocaciones. «Vamos a meter a todos los extranjeros en cámaras de gas», por ejemplo, sería borrado

Vídeos violentos y explícitos. La plataforma valora los vídeos en los que aparecen muertos, inclusos muertes -asesinatos, atropellos, crímenes de guerra, autolesiones-, como contenido «perturbador». A pesar de ello, no los censura como norma general. Cree que pueden ayudar a concienciar a la población, que deben estar oculto para los menores de edad pero que pueden ser valioso para los adultos. 

Autolesiones. La misma política: sí se aceptan retransmisiones en directo de prácticas autodestructivas. No quiere castigar ni censurar a personas en peligro. La concienciación prima.

Agresiones físicas y bullying. A no ser que haya un claro componente sádico, Facebook da luz verde a las imágenes de abusos físicos (no sexuales) y de intimidación a menores. Lo hace, explica, para propiciar que los niños sean «rescatados» de esas situaciones. Para que, al ser compartido, se pueda llegar a identificar al pequeño y a hacer algo por él. 

Desnudos. La red social tiene un problema con el pudor. Un usuario puede compartir imágenes de individuos sin ropa siempre que sean piezas artísticas, nunca si son digitales. No fotos (a no ser que sean icónicas o de interés periodístico) y sí dibujos. Lo mismo en lo que respecta al sexo. Permitirá obras de arte en las que se muestre actividad sexual, pero no fotografías. Este apunte es relativamente reciente. Hasta que la polémica con la censura de la foto de «La niña del napalm» le hizo rectificar, la plataforma era firme en lo que respecta al desnudo. Curiosamente, a la red no le importa si uno publica instantáneas y vídeos de abortos, siempre y cuando no aparezca nadie sin ropa.

Personas con más de 100.000 seguidores, desamparadas. La plataforma las considera figuras públicas, por lo que deja de protegerlas.