El nuevo sistema beneficia al brasileño que puede exponer todas sus cualidades
08 dic 2016 . Actualizado a las 13:58 h.Douglas Pereira está como en casa. El lateral brasileño empieza a adaptarse a Europa y a las exigencias de LaLiga. Más de dos años después demuestra sus enormes condiciones. En el Barça todo fueron problemas; la presión mediática de un equipo grande, la competencia con Alves, y las burlas de los medios de comunicación acabaron por minar su moral. Su inicio de temporada en Gijón fue igualmente complicado pero ahora, después de la modificación táctica de Abelardo, Douglas está encontrando todo su fútbol con continuidad.
Los motivos de su explosión
El 5-4-1 favorece mucho la aportación de los laterales convertidos en carrileros largos en fase ofensiva y sin la preocupación de tener que mirar más hacia atrás, con un defensa siempre en las ayudas. Douglas puede exponer todo su arsenal de condiciones técnicas como lateral de largo recorrido. Ahí es capaz de desarmar la defensa rival con distancia para correr, de combinar con los jugadores más ofensivos del equipo, de llegar con facilidad al área rival... De ser él mismo.
Cuando el de Goiás carece de preocupaciones defensivas, como lateral sufre mucho y es incapaz de aguantar en las disputas con los extremos, crece de una forma importante. Además tiene mucha distancia por recorrer; con este nuevo sistema Carmona - interior diestro- deja libre su espacio para combinar por dentro y le regala la banda. También es importante para el brasileño tener a Lillo como central diestro en la línea de tres zagueros.
Douglas Pereira no es interior ni extremo porque no destaca atacando sin espacio, a pesar de ser muy habilidoso, necesita muchos metros por delante. Tampoco parece estar preparado para ser un lateral en línea de cuatro para la élite. Ahí es tendente a pensar que cada duelo con el extremo es un cara / cruz y suele irse con facilidad al suelo. Douglas vive en un paraíso con el nuevo sistema de Abelardo y se siente capaz de ser importante, de pisar área enemiga, de generar con espacios, de atacar sin estar siempre expuesto, de ser él mismo.