Abelardo, Fernández y la confianza ciega

Andrés Menéndez GIJÓN

SPORTING 1905

Abelardo Fernández
Abelardo Fernández

Nadie manda más que Abelardo. Nadie tiene más peso en la toma de decisiones

22 dic 2016 . Actualizado a las 01:20 h.

Ayer Fernández ratificó ante los medios de comunicación al Pitu como entrenador. Una decisión que, a pesar de la grave crisis que vive el equipo, no sorprende. Abelardo es el capitán general del Sporting. Nadie manda más que él, nadie tiene más peso en la toma de decisiones. Su estatus en el club es tan importante, o incluso más, que sus méritos. El Pitu rechazó de forma pública ser el director general del Sporting, «creo que siempre tiene que existir la figura de un director deportivo por encima del entrenador». En el club gijonés, a pesar de existir esas figuras, el juego de roles es distinto. Desde el ascenso nadie manda más que el técnico, nadie es más respetado. La última decisión es siempre suya.

Lo que no imaginaba Fernández era esto; ni en sus previsiones más pesimistas podría imaginar una dinámica semejante con una victoria - ante el colista- en las últimas trece jornadas de competición. El máximo mandatario del club estaba totalmente encomendado al Pitu. Al autor de la salvación de su gestión. Y el agradecimiento ( y admiración) le impidieron ver lo que se le venía encima.

La última comparecencia de Abelardo ante los medios, después de la derrota y en caliente, revela que ni él mismo cree ya en esto. Su confianza está muy mermada, «no doy con la tecla, tengo que hablar con Javier». Y entonces a Fernández se le apagaron de forma definitiva los plomos. Se quedo sin luz, ¿cómo iba a despedir a Abelardo? Imposible. Nadie en el club está legitimado para despedir al Pitu, tampoco él. De momento Abelardo tiene más dominio incluso que el resultado.