Del Sporting de los Guajes al hastío generalizado

Andrés Menéndez GIJÓN

SPORTING 1905

El Sporting celebró por todo lo alto el ascenso a Primera División en el estadio Benito Villamarín, tras su encuentro frente al Betis
El Sporting celebró por todo lo alto el ascenso a Primera División en el estadio Benito Villamarín, tras su encuentro frente al Betis Julio Muñoz | EFE

El adiós de Abelardo

17 ene 2017 . Actualizado a las 21:56 h.

Se va Abelardo y con su adiós se marcha también una historia. Un cuento alegre y triste. Primero alegre por la consecución de dos hitos, marcados por una grave crisis institucional, deportiva y económica, como el ascenso con una plantilla plagada de jugadores de Mareo y la permanencia con el mismo grueso de los Guajes. Pero su despedida deja también muchas sombras; este curso el entrenador revolucionó el equipo, con varias despedidas obligadas, y perdió las bases.

El Sporting prometió crecer pero lo cierto es que decreció. Y la afición, tan identificada con el proyecto de la casa, sintió una enorme decepción. A lo largo de este curso, que todavía está por la mitad, el Sporting ha ido perdiendo muchos de los mejores puntos de los dos últimos años. El equipo está desnaturalizado, sin esencia, y con muchos nombres que no acaban de rendir de la forma esperada. Además la afición, víctima de una promesa incumplida, está harta de un proyecto inexistente.

El adiós de Abelardo es el de un proyecto de luces y sombras. Es el fin de una hazaña, de dos más concretamente, y de una sonrisa apagada. De un curso que empezó bien pero se fue apagando sin freno. El proyecto que ilusionó a toda una ciudad, a una comunidad, y que después nunca fue tal.