La confianza y el buen ambiente ha crecido mucho esta semana
24 mar 2017 . Actualizado a las 02:07 h.Es evidente que ganar, por lo civil o lo criminal era la prioridad del Real Sporting de Gijón desde hace muchas semanas, pero hay un aspecto que ha elevado más si cabe la moral del vestuario rojiblanco desde el pasado domingo.
En más de una sesión de trabajo el cuerpo técnico y el coach han trabajado mentalmente en el objetivo de concienciar al grupo de que no se pueden bajar los brazos cuando el rival se adelanta y el escenario del pasado domingo, con el mazazo que supuso ver cómo el Granada daba el golpe primero sin merecerlo y frente a un público que agotó las entradas con varias de antelación supuso la prueba de fuego para demostrárselo a sí mismos.
El propio Rubi llegó a reconocer en sala de prensa tiempo atrás que había impuesto como un reto colectivo superar el citado escenario, y en parte deseaba que llegase ese momento para poder traspasar los miedos que atenazaban a su escuadra en ese sentido.
No sólo se consiguió dar la vuelta al luminoso en un tiempo record, sino que se hizo de una forma muy vehemente en la que cada jugada de ataque parecía medio gol. Una sensación de superioridad sobre un rival directo que ha devuelto por completo la alegría y la confianza en que las vibraciones positivas sentidas desde hace mes y medio no son fruto del autoengaño.
Este vestuario cree más que nunca en sus opciones de remontada clasificatoria y en que son capaces de superar cualquier revés que se encuentren por el camino hasta la permanencia, por duro que sea. El domingo se ganó algo más que tres puntos y el golaverage.