El «efecto Rubi» frena en seco

Andrés Menéndez GIJÓN

SPORTING 1905

Rubi
Rubi

El entrenador catalán había logrado una mejoría

12 abr 2017 . Actualizado a las 18:35 h.

Las matemáticas son ahora el único sostén al que agarrarse. Y, cosas de la vida, también son el espejo más icónico de la realidad. Al Sporting no le salen las cuentas, pero es que ahora tampoco juega bien a fútbol. Desde la llegada de Rubi, 17 de enero, el equipo rojiblanco ha subsistido entre dos aguas: el juego y los resultados. Juntos pero no mezclados. Cuando el Sporting ha dado la sensación de estar mejor, e incluso ha merecido más, los resultados no acompañaron. Y cuando el equipo ha estado peor, e incluso cuando no ha estado, también ha caído.

El entrenador catalán logró reactivar a la plantilla sobre una idea. E incluso los jugadores llegaron a creer en el plan. Pero todo era excesivamente frágil. La derrota ante el Málaga fue el punto de inflexión, el freno de mano en una aceleración real pero inerte. En una semana se ha derrumbado el castillo de naipes. 

El Sporting de Rubi ha vuelto al principio, con una salvedad; el tiempo ha pasado y el margen de reacción es inexistente. Por eso sorprende que el soporte de Joan Francesc sean las matemáticas. Porque hace unos pocos días, menos de una semana, el discurso por el que ilusionar a la afición era antagónico: el Sporting no ganaba pero, al menos, sí generaba. Ahora rien de rien.