El Sporting roza la proeza

Andrés Menéndez GIJÓN

SPORTING 1905

Isco ante la defensa rojiblanca
Isco ante la defensa rojiblanca

El equipo rojiblanco pierde en el descuento, en uno de sus mejores encuentros de la temporada

16 abr 2017 . Actualizado a las 01:02 h.

El Molinón como espejo de un duelo desigual: David ante Goliat. En el día de la batalla final. Joan Francesc Ferrer volvió a revolucionar su plan inicial, desaparecido en Anoeta, para sacar brillo a la máquina del tiempo: Rubi repetía el dibujo de tres centrales, y dos carrileros. La misma que había estado tan cerca de sacar brillo en el Bernabéu. Aquel día solo el pulsómetro de Duje Cop, que rompió las mediciones de medio continente, erró. La decisión de Rubi activó al equipo en torno a una idea coherente, y con sentido. Juntar una defensa de cinco, para frenar la sangría por dentro, y buscar en largo al espacio. El Sporting volvió a perder, con un gol de Isco en el descuento, a pesar de ofrecer su mejor versión.

La zaga rojiblanca se saltaba la primera línea de presión enemiga con un estilo directo al juego de espaldas de Duje Cop. El mismo plan, al menos muy similar, había fracasado con Traoré pero Duje Cop no es el marfileño. A  la segunda guerra, siempre más importante que la primera, acudía Carmona,- hoy como segunda punta-, y generaba sensación de inquietud en la defensa. El Madrid estaba muy lejos de estar cómodo. El plan de Joan Francesc había alterado el partido.

Todas las línea dotaban un importante sentido colectivo; la zaga, con hasta cinco nombres, entendía su acometido de defender, la sala de máquinas creaba cuado debía y se mataba a correr, y el binomio ofensivo,- Carmona más Cop,- estaban ofreciendo una exhibición de sacrificio y determinación. Pero no fue con un desplazamiento largo, el plan A reiterado desde el pitido inicial, sino con la enésima maravilla de un jugador absolutamente genial y distinto: Mikel Vesga. El mediocentro vasco se sacó de la manga un pase de absoluto genio, de cuchara, a Duje Cop. El croata no dudó. 1-0. El pulsómetro.

Pero la genialidad de Vesga dejó paso a otra obra de arte. Isco, recibió un balón filtrado desde la frontal,- en la zona del diez-, y decidió destapar su lado más genuino. El mediapunta dribló, recortó, y la puso al ángulo. Un golazo. 1-1. Y el partido volvía al inicio. Los dos equipos buscaban las cosquillas sin recelos, sin miramientos, con dos idearios opuestos pero resolutivos. Un duelo de golpes. El Sporting había recuperado su versión clásica: presión, voluntad y un ideario más directo. 

Descanso

El Sporting regresó al césped reforzado por un primer tiempo genial. Los rojiblancos habían recuperado su arma más eficaz: el gen competitivo. El Sporting hoy vencía en las disputas, y estaba no se dejaba un esfuerzo. El partido también estaba dejando una gran noticia: el regreso de Isma López como carrilero de largo recorrido, uno de los mejores jugadores del equipo. Si en el primer tiempo Vesga decidió con un pase genial, ahora, como buen canterano de Lezama, volaba por los aires para hacer el segundo del Sporting. 

El equipo rojiblanco había recuperado su mejor versión. Demasiado tiempo después. El partido entraba en una vorágine competitiva con ambos equipos buscando la victoria. El  encuentro, con un ritmo difícil de describir, estaba en las áreas. En la claridad. Y ahí apareció Morata, después de un liviano contacto con Babín, venció en el aire para hacer el 2-2. El Madrid volvía a empatar, otra vez. Faltaba media hora de fútbol impresionante.

David ante Goliat, y Goliat ante David. El Sporting, empecinado en el éxito, no regalaba un solo metro: devoraba ambición. Ganas de ganar. Ganas de creer en la permanencia en una temporada negra. En Anoeta no se pudo ver a un equipo; hoy se estaba viendo un grupo cohesionado. 

Desde un punto de vista externo parecía imposible percibir a un equipo casi desahuciado, antepenúltimo y lejos de la permanencia. Hoy no era eso: ni mucho menos. Los últimos diez minutos estaban escritos con sudor y tensión. El empate no contentaba a nadie. El Real Madrid mordía, el Sporting se desvivía. El partido pendía de un hilo, no había alivio para corazones sensibles. Pero Isco, en el descuento, culminó su mejor actuación como futbolista del Madrid con un gol de un dolor estridente. Hoy, como ayer y como casi siempre, el Sporting rozó la heroicidad pero se quedo en la orilla.

Sporting: Cuéllar, Lillo, Meré, Babin, Amorebieta, Isma, Moi (Cases min 70), Vesga, Sergio, Carmona y Cop (Ndi min 78)

Madrid: Casilla, Coentrao (Marcelo min 55), Nacho, Ramos, Danilo, James, Isco, Kovacic , Vázquez (Mariano min78), Morata y Asensio.

Goles: 1-0 Duje Cop (minuto 12) 1-1 Isco (min 15) 2-1 Vesga (min 50) 2-2 Morata (min 58) 2-3 Isco (min 90)