El Sporting regresa al infierno de Segunda

Andrés Menéndez GIJÓN

SPORTING 1905

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El Sporting desciende después de ganar en Eibar

31 dic 2017 . Actualizado a las 11:37 h.

Una ocasión clarísima, y un larguero. Las dos del chico de la despedida, el hijo de Michel: Adrián González. El Sporting salió así en Ipurua. Que se podía pedir. Los primeros diez minutos se los pones a un inglés y piensa que quién se está jugando la vida es el Eibar. Cada balón dividido, cada disputa, para el lado armero. El Sporting con la inocencia de un juvenil y sin las virtudes de la propia ingenuidad. Salir por salir. El primer tramo de partido no se correspondió con el mismo; luego el equipo gijonés sí compitió, e hizo méritos, pero los resultados no acompañaron, y es nuevo equipo de Segunda.

Douglas es lateral porque juega ahí, simplemente por eso: no defiende, no le apetece, y no gana duelos. Con balón sí que compite pero es más vistoso que efectivo. El partido seguía ahí en el alambre, con la sensación de que un gol podía ser un golpe mortal. Y Carmona, después de un golpeo en semi fallo de Cop, hizo gol pero en posición adelantada. Ahora sí, después de media hora de regalo, el Sporting despertó, y empezó a demostrar que se juega la vida, y algo más. Moi Gómez encontró el lugar que lleva tanto tiempo buscando, en la línea del diez, y dibujó un espacio para Burgui que definió como en Butarque. 0-1, y tiempo para sufrir, y soñar.

El gol liberó a los rojiblancos que jugaban sin ansia, y con ambición. Carmona aparecía por dentro, y por fuera, para conectar con Moi, Vesga y Burgui, y desesperar al centro de campo armero en los mejores minutos de la temporada. 

Babín seguía como apagafuegos: siempre bien situado y contundente. No será nunca un central de primer nivel pero, a día de hoy, es de lo mejor del equipo. Más teniendo en cuenta el paraíso en el costado derecho que regala Douglas. El paso del juego dejaba más espacios, y en consecuencia, más protagonismo para Moi Gómez. El alicantino, ausente en el juego durante tantas semanas, estaba omnipresente. Después de una nueva acción colectiva, con Sergio encontrando un sitio en la derecha, Duje Cop erraba la de cada semana. Absolutamente solo.

El Sporting estaba, hoy sí, compitiendo el partido pero los resultados de Villareal, y San Mamés estaban dando la espalda. Con el gol del Leganés, y el empate a cero en Villareal, el equipo rojiblanco estaba en Segunda. Faltaban más de veinte minutos. Ahora todo estaba de más en Ipurua. El banquillo muerto de nervios, tremenda agonía. Cristian Rivera, criado en Mareo, rozaba el empate tras un potente disparo al palo. Habría sido una muerte irónica. Los rojiblancos estaba haciendo los deberes, cumpliendo la exigencia, pero los otros marcadores no acompañaban. Qué forma tan lenta y dolorosa. Minutos, segundos, como clavos. Amorebieta al césped, e Isma por Carmona, para morir con el autobús. 

Eibar: Riesgo, Capa, Galvez, Lejeune, Juncá, Dani Garcia, Escalante (Rivera min 70), Pedro León, Adrian (K. García min 58), Inui (Bebe min 77) y Sergi Enrich

Sporting: Cuellar, Douglas, Babin, Mere, Canella, Vesga, Sergio Alvarez, Burgui, (Amorebieta min 85)  Carmona, Moi Gómez( Torres min 73) y Cop

Goles: 0-1 Burgui (min 37)