La Pizarra: El Sporting evoluciona

D.A.

SPORTING 1905

Djukic
Djukic Real Sporting

Artículo de opinión

18 feb 2020 . Actualizado a las 14:26 h.

Sonríe Djukic, le encanta que los planes salgan bien. El Real Sporting de Gijón soltaba lastre merced a un triunfo esperanzador ante el Racing. El técnico serbio lograba su primera victoria a domicilio al frente de los rojiblancos, en un duelo de presión y urgencias, que permitía dar un paso más en la evolución de estilo e idea puestas en marcha desde el relevo en el banquillo. La asignatura de la regularidad, en tareas pendientes, marcará el camino del tercio final de competición.

Asunción de realidad

El cambio de discurso entre los componentes del vestuario, jugadores y técnico, a lo largo de la semana denotaba que la realidad estaba asumida. Conscientes de la importancia del envite, los primeros 45 minutos sobre el verde de El Sardinero mostraron la versión más satisfactoria del equipo bajo el mandato del técnico serbio. Por elevación, la cara más competitiva a domicilio de todo el curso. Vocación de mando, ideas claras, presencia ofensiva y seguridad en defensa. La mezcla, de alta graduación, únicamente rebaja el efecto embriagador al mezclar con el agua de un rival inocente, desarmado y con pinta de irse sumidero abajo.

La cuestión central

Ausente Babin, ingrediente básico en todas las recetas previas servidas por Djukic, el técnico rojiblanco se decidió por la cocina de autor para conformar la línea defensiva. Combinación inédita y Molinero al centro de la zaga. El regusto amargo de inicio terminó por dejar satisfechos a los exigentes paladares de la afición rojiblanca. El defensa toledano, lateral de cuna, supo asumir el rol con solvencia, sobriedad y compostura, bajo el amparo de un Marc Valiente que tomó galones para imponer su ley en el área

El duelo confirmaba la tendencia de las últimas semanas. Sin los errores individuales que no faltaban a la cita en jornadas precedentes, no es tarea sencilla crear ocasiones a la zaga rojiblanca. Los esfuerzos locales por superar líneas se toparon con un entramado ordenado, eficaz y alejado de las complicaciones, permitiendo una tarde plácida para Diego Mariño, con menos trabajo que el forense del Equipo A.

Mayor vocación ofensiva

Al más puro estilo entrenador Pokemon. En base al trabajo y a los combates disputados Djukic ha logrado que su equipo diera un salto evolutivo. Una transformación lenta pero que ha propiciado un importante incremento de las estadísticas ofensivas, tanto de centros al área, como de pases en el terreno de juego rival o de disparos a portería. El regreso de Manu García a su zona de influencia natural, el buen momento de Carmona o la irrupción de Murilo, han servido para sumar argumentos a la capacidad de creación de Pedro Díaz. 

La elaboración con sentido dejaba como muestra el tanto que abría el marcador de El Sardinero. Un gol con la firma de Murilo en el que únicamente dos jugadores de campo no llegaron a tocar el esférico en la jugada. Manu, en su sexta asistencia del curso y la combinación de desmarque y definición del brasileño completaban el trabajo de equipo.

El balón parado

Dolor de cabeza a lo largo del curso, el balón parado aparece ahora como un arma para nivelar la balanza. La sangría de puntos que ha supuesto para los intereses rojiblancos la pizarra rival ha encontrado su contrapunto en las botas de Murilo. El guante del brasileño, de golpeo tenso y teledirigido, suma argumentos para la preocupación en el área contraria. Ante el Racing y con la cabeza de Carmona en el punto de mira, entre Luca Zidane, el palo y un bote traicionero, se combinaron para evitar que la celebración de gol del balear llegara antes del penalti final.

Los cambios

Javi Fuego por Pedro Díaz. Con 25 minutos por delante y el equipo un paso atrás, el técnico mostraba sus intenciones. Control, piernas frescas, líneas prietas y a esperar el momento adecuado. La veteranía del centrocampista poleso aportó el poso y la serenidad que demandaba el momento. Djukic dejaba ver su cara conservadora.

Aitor por Manu. Vértigo por fantasía, o una nueva señal de ceder metros al rival. Las ligeras molestias en el sóleo del mediapunta ayudaban a justificar una permuta que elevaba la apuesta por elegir el momento adecuado para salir con velocidad y cerrar el partido. El onubense, con un disparo desde la frontal, forzaba el penalti que certificaba el triunfo.

Djurdjevic por Álvaro. Punta por punta. Tras una buena versión del delantero catalán, el otrora titular indiscutible disponía de 10 minutos de juego. El serbio dispuso de una ocasión a los segundos de pisar el verde y participó en la elaboración de la jugada que dio pie al penalti transformado por Carmona.

Nota a Djukic y su cuerpo técnico

Notable. El cuerpo técnico rojiblanco recibe la recompensa a la toma de decisiones. En el momento más delicado, con la presión del abismo clasificatorio, Djukic recuperó a Manu García en el enganche, apostó por Molinero en el centro de la zaga y dio la titularidad a Álvaro Vázquez como referencia ofensiva. El plan de partido y la ejecución del mismo, pese al pobre nivel mostrado por el rival, otorgan al serbio aire para tratar de dar un paso más en la evolución y superar al líder de la clasificación.

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