La Voz de Asturias

Corporación Masaveu niega que El Musel haya dispersado clínker por La Calzada

Actualidad

Pablo Batalla Cueto Redacción
Campa Torres. Un montón de clínker descubierto en el dique de la ampliación. El clínker es el montón gris grande que se ve a la derecha

El grupo empresarial asegura que el clínker supone menos del 5% de todos los graneles que mueve el puerto

07 Nov 2017. Actualizado a las 16:45 h.

«El clínker nunca ha sido clasificado como producto tóxico por ningún organismo: es un mineral sintético que no requiere ni solicitud de registro para su comercialización ante la Agencia Europea de Productos Químicos, porque está específicamente recogido entre los productos exentos». Así manifiesta Fernando Fernández-Tresguerres, responsable de Medio Ambiente de la Corporación Masaveu, el rechazo de la empresa a las acusaciones que trabajadores del puerto y ecologistas formularon contra el puerto de El Musel el pasado mes de octubre, referentes a irregularidades en el tráfago de clínker que habrían liberado por la zona Oeste de Gijón una nube tóxica de ese material pulverulento que se emplea en la fabricación del cemento Portland.

Los vecinos de La Calzada denunciaron la nube, que sufrieron sobre todo en sus coches, que amanecieron cubiertos por un limo grisáceo que tenía la particularidad de no desaparecer y de  fijarse a las carrocerías. Según Fernández-Tresguerres, aunque fichas de seguridad de varias empresas adviertan de los riesgos para la salud que comporta el clínker, «no puede extrapolarse el nivel de riesgo que tienen los trabajadores que manejan cada día el material a la población en general». También asegura este responsable de la Corporación Masaveu que no cabe preocuparse de que El Musel albergue montones descubiertos de este material: el clínker, dice, «es un mineral que pesa mucho, y es muy escandaloso, porque levanta polvo, pero ese polvo no viaja: se deposita en el entorno próximo. Sólo cuando se va a tener mucho tiempo se tapa con lonas, y éste no era el caso». El responsable de Medio Ambiente manifiesta, en todo caso, no estar seguro de que lo que se posó sobre los coches de La Calzada aquellos días fuera clínker. Apunta, en cambio, a los grandes incendios gallegos de aquel momento y a la posibilidad de que se tratase de ceniza.

Rechaza asimismo Fernández-Tresguerres la conexión que se formuló entre la presencia de montones descubiertos de clínker en el puerto y dos graneleros que la página web del puerto recogía que habían embarcado cemento o clínker en El Musel durante aquellos días. Según su testimonio, no era clínker lo que esos barcos transportaban, sino cemento, que se bombea a los tanques de los barcos a través de mangueras.

Fernández-Tresguerres manifiesta también su descontento porque los ecologistas «transmiten que el puerto contamina de clínker la zona Oeste de Gijón. Llevamos manejando toneladas de clínker desde que empezó la crisis y los propios vecinos de La Calzada ponen la contaminación de clínker que dijeron detectar en sus coches aquel día como excepción». También asegura, sin embargo, que «el clínker supone menos del 5% de todos los graneles que mueve El Musel» y que «la consejería de Medio Ambiente ha encargado estudios que recogen que la cabina de la República Argentina muestra que el movimiento de graneles del puerto tiene una afección mínima sobre La Calzada. De todo lo que esa cabina recoge, menos del 2% proviene del movimiento de graneles de El Musel», dice.

El responsable de Medio Ambiente de la Corporación Masaveu niega también otras informaciones que en su momento recogieron varios periódicos. «Dicen que nos fuimos del puerto de Avilés porque no quisimos tomar medidas medioambientales para corregir nuestras operaciones allí. La razón real de nuestra marcha, y así consta en una resolución de la Autoridad Portuaria de Avilés que se publicó en el BOE el 8 de agosto de 2016, fue que se otorgaba una concesión a Asturiana de Zinc y la parte del puerto correspondiente era donde nosotros operábamos. El puerto de Avilés nos quiso cambiar a un emplazamiento en el que el calado de los barcos era muy pequeño, por lo cual no nos interesaba».


Comentar