El estremecedor relato de María Zurita de su parto prematuro: «Me desperté empapada en sangre»

María Zurita puede respirar, al fin, tranquila después de los durísimos momentos que vivió al adelantársele el parto y que su hijo naciese prematuro (a las 29 semanas). Tras un embarazo más o menos tranquilo, al que llegó tras someterse a una fecundación in vitro con el esperma de un donante, la prima del rey sufrió una complicación, un desprendimiento de placenta que puso en riesgo su vida y la del bebé que llevaba dentro. Ahora, María Zurita narra en una entrevista en la revista ¡Hola! cómo vivió ese momento y qué siente al mirar a su bebé, al que ha llamado Carlos. «Este niño es un regalo del cielo», asegura. Y es que a pesar de los durísimos momentos que vivió, como ella misma aseguró, volvería a pasar por todo lo que pasó solo por tener consigo a su pequeño. 

«No tenía dolor, me desperté enmedio de la noche y me di cuenta de que estaba empapada. Encendí la luz y vi que era sangre», asegura María Zurita, apostillando que probablemente la despertó Zeta, su perrita, a la que adora y que duerme con ella. A las cuatro de la madrugada la mujer despertó a la amiga, ya que se encontraba en casa pasando el puente y ella, que ya la había acompañado a varias ecografías y en una decisión que María Zurita alaba, optó por llamar a su ginecóloga. «Estaba perdiendo muchísima sangre, no hubiera aguantado más de veinte minutos», añadió. Mientras la trasladaban al hospital, María Zurita recuerda que iba «tranquilísima», ya que su amiga, probablemente muerta de miedo, iba comentándole que lo que le ocurría era normal lo que en parte ayudó a que tanto ella como el bebé salvasen la vida. Pero fue al llegar al quirófano cuando María Zurita escuchó una frase demoledora: «Vamos a intentar salvar a la madre y al niño». Se despertó en la UCI, pero si su bebé al lado. Al ver a su padre y a una amiga sonreír entendió que todo había ido bien, pero creyó que su hijo tenía algo grave ya que no se lo querían enseñar. «Era todo un moratón», resumía. Pero a los pocos días de nacer, el pequeño Carlos sufrió dos paradas cardiorespiratorias. «Nació con un soplo en el corazón», afirmaba. 

En unos días, cuando el niño reciba el visto bueno del equipo médico que lo trata en el Hospital de La Paz, María Zurita podrá irse a casa con él. Y que el duro proceso para convertirse en madre de la prima de Felipe VI, ha tenido, por fin, final feliz. Tras intentarlo en siete ocasiones a través de un tratamiento de fecundación in vitro, finalmente, dos años después, puede por fin abrazar a su pequeño Carlos, sobre el que asegura que «mi vida ya es él».