La Voz de Asturias

«Es una persecución disparatada que no tiene nada que ver con la justicia»

Asturias

Efe Madrid
Natalio Grueso

Natalio Grueso señala que la petición de 11 años de cárcel por presuntas irregularidades en su gestión del Niemeyer «es una barbaridad»

16 Feb 2017. Actualizado a las 20:06 h.

El exdirector del Centro Niemeyer Natalio Grueso, para el que la fiscalía, según ha trascendido, pide 11 años de cárcel por presuntas irregularidades en su gestión, ha dicho al conocer la noticia que es «una persecución personal tan disparatada que no tiene nada que ver con la justicia». «Es una barbaridad tan tremenda que se cae por su propio peso», ha asegurado el escritor y gestor, que también estuvo al frente del Teatro Español.

La Fiscalía pide para Grueso una pena de 11 años de cárcel, 10 años de inhabilitación y una multa de 24.000 euros, por presuntas irregularidades durante su etapa al frente del Niemeyer, relacionadas con la emisión de facturas falsas o manipuladas por valor de cientos de miles de euros. También le acusa de delitos continuados de malversación en concurso medial con falsedad, otro societario y un tercero de insolvencia punible, por los que afronta seis, tres y dos años, respectivamente.

Grueso recuerda que el fiscal que estuvo en toda la instrucción del caso «no veía ninguna posibilidad de formular acusación alguna», que lleva de baja desde octubre y que le han pasado el caso a un fiscal de Oviedo «que se ocupa de Medio Ambiente y Urbanismo y que no ha estado en ninguna fase del proceso». Aún, asegura, ni él ni sus abogados han leído el escrito que el ministerio público ha remitido al Juzgado de primera instrucción número 2 de Avilés.

«Es una barbaridad tan tremenda que se cae por su propio peso. Hay una persecución personal tan disparatada que no tiene nada que ver con la justicia», ha asegurado Grueso, que no ha querido decir ni quién le persigue ni por qué. Ha recordado también que «el informe pericial, como ya se ha publicado, lo hizo una persona que estaba a sueldo de la acusación».

El procedimiento, añade, «seguirá su curso» y demostrarán «que nadie se ha llevado un solo euro», que nunca ha sido un cargo político y que lo que se está enjuiciando es «la idoneidad de unos gastos y no su legalidad». «El patronato, cada uno de sus miembros, aprobó los gastos y, si alguien es responsable, es todo el patronato que lo aprobó, no su director artístico, que es lo único que he sido», ha añadido Grueso, quien sigue dedicado a su labor de escritor.

Está, afirma, «tranquilísimo», aunque lo siente por su familia, pero le sorprende que «convertir un lugar tan remoto como Avilés en una capital cultural del mundo se pague así, simplemente por no estar a las órdenes de ningún político ni de ningún partido de este país».

 


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