Ocho lugares donde zambullirse en el agua sin arena en Asturias
Asturias

Las cascadas, ríos y pozas que se esparcen por el Principado permiten combinar la actividad del senderismo con un buen chapuzón
01 Jul 2019. Actualizado a las 13:45 h.
No a todo el mundo le gusta la playa. La arena se incrusta en las partes más ocultas, hay mares con exceso de sal, la gente se agolpa en las más concurridas, sin contar con el peligro de las corrientes. Hay alternativas para disfrutar de un día soleado en el Principado, donde se encuentran diversidad de pozas naturales, ríos donde es apto el baño o piscinas no urbanas. Además, en ocasiones, para acceder a estos lugares hay que realizar una pequeña ruta, por lo que se puede combinar lo mejor del senderismo con un buen chapuzón como broche de oro a un día diferente.
Olla de San Vicente
En Cangas de Onís se encuentra una pequeña y sencilla ruta, apta para niños y adultos, cuyo sendero termina en una poza natural: la Olla de San vicente. Se trata de un agradable paseo al lado del río Dobra, que no se prolongará más de 45 minutos, para disfrutar de sus cascadas y rápidos hasta llegar a una poza de aguas dulces y cristalinas en un entorno que hará pensar que se encuentra dentro de una historia propia de la mitología asturiana. Zambullirse en esas aguas claras pondrá la guinda a esta excursión.

Talasoterapia en Tapia
Al lado de la playa de Tapia de Casariego, pero a salvo de la arena, se construyó hace siete años una piscina de agua salada donde las olas se convierten en un rumor. Rodeada por grandes rocas, esta unión entre playa y mar es idónea para los niños, ya que permite tener un control mayor sobre ellos, pero también para relajarse sobre sus aguas con la mirada en el cielo.
Piscina en el monte
El área recreativa de Folgueirou, en el concejo de Illano, es un entorno de bósques y naturaleza para pasar el día con la familia y amigos. La gran ventaja es que, para esos días donde la temperatura del Principado alcanza los grados adecuados, hay una piscina para refrescarse y sentir la calma lejos del ruido de la ciudad.
Vida fluvial
En el río Trubia, que pasa por la localidad con la que comparte nombre, se puede aliviar el cansancio de un día intenso refrescándose en su agua dulce alrededor de grandes árboles. Trubia en su conjunto, con su histórica fábrica, sus puentes y su ambiente de autenticidad invita a disfrutar de la vida fluvial, tan propia en Asturias.
Una ducha natural
La ruta del Forcón de los Ríos, en Santa Eulalia de los Oscos, combina naturaleza y etnografía. En este sendero de gran belleza confluyen los ríos Villanueva y Barcia y, en algún lugar inesperado del camino, aparecen cascadas donde el agua cae a raudales. Una invitación a posarse bajo ellas para sentir la naturaleza en la piel.
La playa interior
En la playa de Cobijeru, en Llanes, el agua marina llega a través de las rocas. Con apenas arena y principalmente de piedras, esta pequeña playa es ideal para darse un baño tranquilo sin peligro de corrientes o profundidades extremas cuando la marea está alta. Y cuando está baja, es perfecta para acercarse a pie a una pequeña cueva colindante y descubrir su interior, donde hay unos restos de un viejo molino de mar.
Chapuzón prerrománico
Cerca de Trubia y del Nalón, el río Nora recorre un paisaje frondoso con ese verde tan característico de Asturias. El perrománico que lo rodea se refleja en sus aguas, que estarán listas para acoger un chapuzón lleno de historia.
Caminar y descansar
La famosa ruta del Cares, también conocida como Garganta Divina, es una senda de doce kilómetros, con muy poco desnivel, que recorre un entorno de espectaculares vistas y acantilados. Tras estar las tres o cuatro horas que lleva hacer este camino, se llega al río Cares, cuyas frías aguas son idóneas para refrescar las piernas y descansar antes de iniciar la senda de vuelta. Los menos frioleros incluso se bañan por completo.