La Voz de Asturias

La imagen de la minería para la posteridad

Asturias

Carmen Fernández Redacción

La cara oculta de la minería para la posteridad

Los periodistas Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez publican su segundo libro fotográfico «Tierra Negra»

28 Jan 2019. Actualizado a las 17:43 h.

Los fotoperiodistas Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez han publicado el segundo tomo de Tierra Negra. Una mirada histórica que recoge treinta años de la minería y los mineros. Aunque están satisfechos con la selección de fotografías que han escogido entre más de treinta mil archivos, no quieren detenerse aquí. Su intención es publicar un tercer volúmen y antes de esto, poder mostrar la cara oculta de la mina en su segunda exposición fotográfica, que está previsto que recorrerá muchas partes de la península ibérica.

Treinta años dan para mucho, sino que se lo pregunten a Urdangaray y Jiménez, que documentaron la historia de la minería no solo en Asturias, sino a lo largo del mundo. Más de treinta mil archivos verifican su trabajo, de los cuales, para estos dos libros, escogieron más de doce mil fotografías. «Aún no hemos llegado al 30% de todo lo que queremos mostrar, por eso, nuestra intención es publicar un tercer volúmen si todo sale bien», explica Eduardo. De momento, pueden decir con absoluta certeza, que el primer tomo de Tierra Negra, que salió hace año y medio, se vendió como la seda. «Estamos contentos y esperamos que el segundo tenga tanta aceptación, aunque sí que es verdad que estas cosas se ven a largo plazo y según con qué las compares. Esto no es una novela de un escritor famoso. Esto es un libro fotográfico autoeditado», afirma Urdangaray.

Si bien es verdad que las Cuencas han tenido especial interés en recoger su historia, más aún cuando ha llegado el fin de la minería tras un proceso que pasó de la riqueza y la prosperidad a la lucha e indignación de sus gentes. Cuando de repente, en los 80 y 90 comenzó un declive imparable que duró hasta nuestros días. Ellos estaban allí, documentando cada hecho con respeto y dedicación. «Fue duro porque el ambiente que se vivía muchas veces era muy tenso. Al final, después de tanto tiempo los mineros nos conocían y sabían cómo trabajábamos, pero a algún periodista lo tienen echado», cuenta Urdangaray y añade que muchas veces, medios de comunicación que iban a cubrir accidentes mineros los llamaban antes a ellos para que los acompañaran.

La mirada del declive

«La Cuenca es un cementerio», sentencia el periodista, que explica cómo ellos fueron viendo gradualmente como se cerraban los pozos, los lavaderos y otras instalaciones mineras. «Hace quince años que llevamos arrastrando el cierre y lo que me sorprende es la reacción tardía de la gente», explica Eduardo. Una zona que estuvo plagada de riqueza y exenta de paro, y que ahora tiene que enfrentarse a una situación muy diferente: «Regaron todo de prejubilaciones y ahora ese prejubilado tiene que mantener a tres hijos en paro. Ese es el tema de conversación, lo que se respira día a día», cuenta. 

La historia, sin embargo, ha sido distinta en otros países como Alemania, donde se legisló el patrimonio industrial, que hoy en día, a pesar del fin de la minería está protegido. En Francia crearon un plan de industralización antes de cerrar sus minas. Es más, tampoco hace falta irse muy lejos para ver diferencias. «En el País Vasco hace cincuenta años que la minería no existe, pero ha sido distinto porque han protegido el resto de su músculo industrial. También en Castilla y León las cosas se han hecho de otra manera. Aquí los castilletes de algunos pozos se vendieron a precio de chatarra», afirma.

Archivo histórico minero

Las fotografías, también se encuentran en la web Archivo Histórico Minero, la página minera más visitada de Europa y en el Museo del Pueblo de Asturias, que se encarga de almacenarlas en unas cámaras especiales para su conservación. Aunque Eduardo asegura que el libro lo crearon por «puro egoísmo», sí que desean que el libro se convierta en un referente de consulta de la historia de la minería. Después de que las imágenes del primer libro estuvieran un año y medio sin para de exponerse a lo largo y ancho de la Península, esperan repetir con el segundo. La confirmación de las fechas de las próximas muestras serán publicadas a finales de enero o principios de febrero.


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