Abren expediente a tres cazadores por tirar animales muertos al Cubia
Asturias
Anadel considera que la actuación de la confederación es ejemplarizante y puedes evitar más actuaciones del mismo tipo
07 Feb 2019. Actualizado a las 16:22 h.
Casi cuatro meses después de que el vídeo sembrara la polémica, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha tomado cartas en el asunto oficialmente. Este organismo ha abierto expediente sancionador contra tres cazadores por lanzar animales muerto al río Cubia, a la altura del área de El Bailache, en Grado. Aunque en su día la Federación de Caza reconoció que era una práctica habitual, el colectivo animalista Anadel optó por cursar una denuncia tanto ante la confederación como ante la Consejería de Infraestructuras y Medio Ambiente, por la contaminación del cauce. Esa gestión está dando los primeros resultados.
La notificación remitida por el Ministerio para la Transición Ecológica a Anadel explica que ha abierto el expediente contra tres cazadores concretos, por lo que les tiene identificados. Esto fue así porque los agentes de la Guardia Civil del Seprona realizaron una investigación previa que dio sus frutos. La confederación decide tramitar una sanción porque considera que tirar animales recién cazados al río Cubia es «una actividad susceptible de contaminar el dominio público hidráulico por arrojar piezas sangrantes al cauce sin haber adoptado las debidas medidas de seguridad».
Este expediente tiene fecha de 31 de enero de 2018. Así se lo notifica a Anadel. Como base legal para estos trámites cita el artículo 62.1 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (BOE de 2 de octubre) y el artículo 329 del reglamento del dominio público hidráulico.
La portavoz del colectivo, Elena López, espera que la apertura de este expediente sea ejemplarizante. Recuerda que la propia Federación de Caza Asturiana comentó tras conocer los hechos del río Cubia que era una práctica habitual, sobre todo en verano, y que no creía que fuera ilegal. Los cazadores tiran las piezas abatidas a los ríos para enfriarlas mientras continúan la batida o paran a comer. Esa era la explicación que entonces se daba. «Creemos que esta sanción es importante porque demuestra que aunque sea una práctica que dicen habitual no es legal», insiste López. Ahora queda por saber qué hará la Consejería de Medio Ambiente, que también tiene competencias en la materia y todavía no ha hecho nada.