La Voz de Asturias

Este es el modelo de los cazadores para acabar con los jabalíes en Oviedo y Gijón

Asturias

SUSANA D. MACHARGO Redacción
Cazadores observan alguna de las piezas cazadas durante la batida de Cogersa

La federación de cotos Fadovisa propone extender el sistema que han utilizado para acabar con la superpoblación que sufría el vertedero de Cogersa

19 Feb 2019. Actualizado a las 08:18 h.

Ni arqueros ni jaulas. Batidas selectivas. Esa es la propuesta de los cazadores para controlar la población de jabalíes en los anillos de seguridad de las tres grandes ciudades asturianas e, incluso, en otros puntos estratégicos en los que se puedan estar generando problemas, como por ejemplo, en La Fresneda. La idea la lanza Andrés Álvarez, presidente de Fadovisa, la fundación que aglutina a más de 40 de los 55 cotos que operan en Asturias. El éxito del primer control de población realizado en el vertedero de Cogersa, en Serín, les ha mostrado el camino a seguir, justo en un momento en el que se buscan fórmulas para alejar a los ejemplares de esta especie de los núcleos de población.

Los números parecen avalar su propuesta. Cogersa estaba preocupada por la superpoblación de jabalíes en el vertedero que hasta dificultaba la labor de sus trabajadores y suponía un riesgo para su integridad. Así que, de acuerdo con Fadovida, organizó una batida. Se solicitó primero el visto bueno al Principado y, una vez conseguido, se tramitaron todos los permisos necesarios para la cacería y para el corte de carreteras. El pasado domingo, 27 de enero, los monteros penetraron en el interior de las instalaciones, sin armas, con sus perros y acompañados por el personal de Cogersa. En total, consiguieron espantar a 60 ejemplares. En las inmediaciones se encontraban apostados cazadores de los cotos limítrofes, los de Sierra Pulide, Carreño y Llanera. Abatieron un total de 19.

Experiencia positiva

Este control de población tenía programada una segunda batida, con el objetivo de ver cómo había evolucionado el número de ejemplares. Esa actividad se celebró el domingo, 17 de febrero. Se incrementó el número de monteros en el vertedero para garantizar que no quedaban jabalíes dentro y fuera esperaban el mismo número de cazadores. El resultado solo fue una sorpresa. Solo salieron espantados diez animales de los que se cazaron tres. Es decir, la superpoblación en las instalaciones de Cogersa se redujo en un 80% con una única incursión. Ahora solo queda que los gestores del vertedero estén atentos y vean cómo evoluciona la situación, para que den la voz de alerta cuando comiencen a hacer nuevas incursiones entre la basura.

Andrés Álvarez explica que la clave del éxito no radica en el número de piezas cobradas, en los 19 del primer día y los tres de este segundo domingo, sino en que los jabalíes no campen a sus anchas por el vertedero, no se sientan cómodos y no se instalen entre la basura. El presidente de Fadovisa comenta que la labor de los monteros es fundamental porque les indica que ese no es su espacio y les dirige hacia zonas en las que sí pueden encontrarse sin mayores problemas.

Esa es la fórmula que propone replicar en las zonas de seguridad que circundan las grandes urbes asturianas. Propone que se haga una planificación seria, como se hizo en Cogersa. Esto implica fijar en qué zonas actuarán los monteros y en dónde se apostarán los cazadores. No tiene por qué dispararse ni un tiro en ese anillo exterior de las urbes. Los ejemplares se dirigen hacia los cotos situados colindantes y, en todo caso, hay se podría cazar, si fuese necesario. El control población tendría que repetirse, al menos, una vez más para comprobar los resultados y conseguir que se estabilice. El plazo aproximado para esa nueva campaña podría ser de unas tres semanas.

El modelo propuesto por los cazadores implica a todas las administraciones necesarias, desde la Delegación del Gobierno al Principado y, por supuesto, los ayuntamientos. Tendrían que pedir permisos para cortar carreteras y contar con el apoyo de los agentes de la Guardia Civil. El presidente del colectivo que aglutina a los cotos está convencido de que se puede organizar con todas las medidas de seguridad y de forma efectiva. «Lo que no podemos hacer es que cada uno haga la guerra por su cuenta», argumenta.

 


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