La Voz de Asturias

Dos alumnas con una nota media de 10 renuncian a sus matrículas de honor

Asturias

Carmen Fernández Redacción
Carmen Ruiz (arriba a la izquierda), Virginia Fernández (arriba a la derecha), Carmen Vigil (abajo a la izquierda) e Irene González-Pola (abajo a la derecha)

Virginia Fernández y Carmen Vigil, estudiantes del IES de Luanco,  rechazan el honor como protesta contra el obsoleto sistema burocrático

21 May 2019. Actualizado a las 10:35 h.

Virginia Fernández, Carmen Vigil, Irene González-Pola y Carmen Ruiz son compañeras del IES Cristo del Socorro en Luanco. Las cuatro comparten un expediente académico impecable, con una media de 10 en 2ª de Bachillerato que les servirá para continuar su vida académica y elegir un futuro brillante. Precisamente porque entre ellas no hay diferencias, la matricula de honor que tanto se merecen les ha sido entregada por sorteo. Fernández y Vigil ganaron este título, que lejos de ser económico es una mención por la que en un principio no deberían de poner trabas para concedérsela a las cuatro, pero que «por ser un trámite burocrático desfasado» solo pueden otorgar a un alumno por cada 20. Por esta misma razón, y porque creen que todas se lo merecen por igual y que no habría que «echarlo a suertes», las dos compañeras quieren renunciar al premio ante la Consejería. 

«Es una situación que preveíamos porque es un curso impecable», cuenta Eloy Fernández, jefe de estudios del instituto y añade que aunque estas cuatro alumnas son las protagonistas, en total son 11 los compañeros cuyas medias rondan entre el 8,5 y el 9 de media. «El problema son los criterios que siguen para conceder esta mención. Por cada 20 alumnos dan una y en este caso nosotros tenemos 39 alumnos por lo que solo nos pueden otorgar dos», explica. Son tres los criterios que utiliza la Consejería para que los institutos puedan desempatar en caso de que dos alumnos tengan la misma media. El primero de ellos es tener el mejor expediente de 2º de Bachillerato. Si esta situación coincide se mirarán las notas de 1º de Bachillerato y también el mejor expediente de los dos cursos. Pero, ¿y si no hay criterio objetivo para cuatro alumnas? 

«Entendemos que es una situación excepcional pero es absurdo llegar a un sorteo por un premio que no es económico», insiste el jefe de estudios, ya que en su opinión las cuatro se lo merecen por igual porque «son alumnas fantásticas que además se han implicado mucho en sus estudios y en la participación en actividades del centro». Una opinión que comparten Virginia Fernández y Carmen Vigil, ganadoras de la mención, «podría entender que antes cuando se daba dinero para la matrícula de la Universidad no podían otorgárselo a todo el mundo pero eso ya ha quedado desfasado y la solución es muy injusta», comenta Fernández. «Ya no es que nos lo merezcamos nosotras cuatro, hay mucha gente en el curso con notas muy buenas que se lo merecerían también, porque la mención la otorgan a partir del 8,5 de media», explica. El día antes de que salieran ganadoras comenzaron a protestar que «o todas o ninguna». Aunque entiende que no es competencia de su centro de enseñanza, «sabemos que los profesores han hecho todo lo posible porque podamos acceder a este honor por igual, pero la Consejería se ha negado y no hubo más remedio que hacerlo por sorteo». 

«Hoy hemos mandado al registro del instituto nuestra queja formal para que se traslade la renuncia de la matrícula a la Consejería», dice. Quizás no puedan cambiar las cosas para ellas pero al menos, intentan cambiar las reglas para los que vienen detrás. Por lo pronto, su centro académico del que aseguran sentirse muy orgullosas les hará un homenaje en su graduación. «Es una pena que un Gobierno que defiende la educación pública no predique con el ejemplo. «Nuestro instituto es pequeño pero es la muestra junto con el profesorado de lo que significa la educación pública de calidad», concluye Virginia Fernández. 


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