La Voz de Asturias

El abultado catálogo de casas señoriales a la espera de inquilinos

Asturias

Carmen Liedo Redacción
Una de las casas en venta

El cartel de «se vende» cuelga en palacetes o casonas de indianos, mansiones que despiertan el interés de inversores para convertirlas en negocios con encanto pero también de extranjeros que quieren tener una vivienda singular en Asturias

28 Oct 2019. Actualizado a las 05:00 h.

Asturias tuvo el pasado siglo su época de esplendor económico, años en los que se levantaron palacetes, casas señoriales o casonas de indianos, símbolo éstas últimas de la prosperidad de quienes habían emigrado a América en busca de futuro mejor del que veían en la región. Todas esas construcciones resultan hoy en día un regalo para vista, toda vez que son una joya patrimonial. En muchos casos, su majestuosidad choca para sus actuales dueños, hijos o nietos de quienes las levantaron, con el elevado coste que supone mantener una propiedad de cientos de metros cuadrados, y eso si no requieren de inversión para adecuarla a las necesidades domésticas de este siglo. Así, no es extraño encontrar hoy por hoy al recorrer Asturias espectaculares edificaciones con el cartel de ‘se vende’ colgado de balcones y verjas. En otros casos, forman parte del catálogo de agencias especializadas en patrimonios inmobiliarios que comercializan a través de internet. Pero ¿qué compradores se interesan por las casas señoriales que adornan el paisaje asturiano? ¿a qué destinan tan imponentes propiedades cuando se presupone que el coste de mantenerlas es directamente proporcional a su fastuosidad?

La inmobiliaria Aldeas Abandonadas, especializada en la venta y alquiler de este tipo de patrimonio, da algunas claves. Elvira Fafián, su gerente, explica que el cliente que a través de su agencia pone esas edificaciones singulares en el mercado es «gente mayor que está fuera y quiere vender porque son casas señoriales que han recibido como herencia de sus padres». Y ¿quiénes las compran? «Sobre todo extranjeros», apunta Fafián, que se quedan maravillados con tan imponentes construcciones. Sin embargo, matiza que el destino de las mismas es «un 50 por ciento para vivienda familiar y otro 50 por ciento para turismo», y explica respecto a este uso que bien se utilizan para hacer «alojamientos con encanto» o para instalar negocios de hostelería, puesto que la gastronomía en estructuras singulares está en auge. «Muchas empresas se interesan por ese tipo de casas de indianos o señoriales para vincularlas a la gastronomía. Hay muy buenos proyectos para instalar en ellas restaurantes de alto prestigio», comenta la gerente de Aldeas Abandonadas.

Casas de alto valor económico y sentimental

La misma asegura que hoy por hoy tienen en la inmobiliaria de la que es responsable una veintena de casas señoriales pero que le gustaría tener más porque «Asturias es una zona que se vende mucho, es muy demandada porque la región es un paraíso y la gente quiere tener una propiedad en ella». Apostilla que también despierta mucho interés entre los compradores Galicia, comunidad vecina también rica en edificaciones singulares. «Pero no muchas personas quieren vender, porque tienen apego a la propiedad», comenta Elvira Fafián, que precisa que las zonas en las que hubo más emigración son ahora las más enriquecidas en este tipo de patrimonio.

Pero comprar un palacete, una casa señorial o una casona de indianos no es algo que esté al alcance de todo el mundo. El precio es otro dato a tener en cuenta en estas operaciones. El coste puede variar entre los 250.000 y los 700.000 euros, aunque también hay excepciones que superan el millón de euros. Depende en buena medida de la ubicación, del estado de conservación, del valor de mercado, de la historia del inmueble, de los materiales con los que ha sido contruída y de si la propiedad tiene terreno alrededor, edificios anexos, etc. Los expertos que se dedican al sector apuntan que «este tipo de casas valen lo que uno quiere pagar por ellas».

Elvira Fafián señala que las que tienen a la venta en la inmobiliaria «están en buenas condiciones y habitables» porque afirma que sus propietarios «se han preocupado de hacerles mantenimientos puntuales y no las han dejado que se queden en ruina». Otra cuestión es que el comprador quiera acometer reformas para adecuarla a sus necesidades domésticas cuando se va a destinar a vivienda o al tipo de negocio que quiere instalar en ella. De hecho, comenta que en algunas ocasiones productoras y directores de cine se han puesto en contacto con Aldeas Abandonadas para utilizar alguna casa singular en sus grabaciones.

La inmobiliaria Lançois Doval Comunicación y Marketing inmobiliario S.L.U también está especializada en la venta o alquiler de este tipo de casas. Robert Menetray Doval, su gerente, indica según su experiencia de venta que «debido a su superficie se suelen destinar a negocios de hostelería». «Son casas grandes y, salvo casos excepcionales, se huye de los mantenimientos que conllevan», manifiesta Menetray.

 

 


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