«Me dijeron que estaba curada, viajé para verla y al llegar me dijeron que mi hermana había muerto hace diez días»

Rogelia Blanco y la asturiana Concepción Arias eran compañeras en una residencia de Xove, en Galicia, y ambas contrajeron Covid. Junto a otros usuarios afectados, las dos mujeres fueron trasladadas a un centro en Ourense, la Fundación San Rosendo en O Pereiro de Aguiar, donde compartían habitación. Hasta aquí, todo normal, pero una sucesión de equívocos terminó en un entierro de la persona equivocada, una resurrección inesperada y un lío burocrático no pequeño para las familias. Porque Concepción, natural de Tineo, falleció y recibió sepultura, pero con el nombre de Rogelia que apareció días después sana y salva.

La familia de Concepción Arias es asturiana, su hermano Maximino vive en Tineo y como familiar más directo sufrió el equívoco de forma directa. «A mí me llamaron ese día por la mañana para decirme que mi hermana iba a ser trasladada de nuevo a Xove, ya curada. Viajé ese mismo día para verla, aunque tenía dos costillas rotas, porque había resbalado en la nieve. Al llegar allí me dieron la noticia: que mi hermana había muerto hacía diez días. Que lamentaban mucho el error y que ahora tenía que actuar el juzgado y dar permiso para el traslado del cadáver».

«Me dijeron eso; no le puedo contar mucho más. He vuelto a Tineo y he dejado al cargo de los trámites a un sobrino que vive en Xove porque Concepción era viuda, su marido Jesús Ben falleció en el 96; no tenían hijos», explicaba Maximino.

El pasado día 13 notificaron a la familia la muerte de Rogelia Blanco. Siguiendo los trámites habituales y el protocolo covid, al día siguiente se ofició el funeral a mediodía y se dio sepultura a la fallecida. El féretro estuvo sellado en todo momento. La sorpresa, mayúscula, saltó este sábado al regresar a la residencia de Xove ya libre de coronavirus Rogelia Blanco. La fallecida, por tanto, es supuestamente Concepción Arias. El sábado a mediodía convocaron en la residencia a las familias y les informaron sobre todo lo sucedido.

Los familiares de Rogelia Blanco, por su parte, se llevaron una alegría; en especial el marido de la mujer, Ramón, usuario de la misma residencia, que no se lo acaba de creer. El impacto emocional fue grande. Llevaba diez días llorando su muerte. La esquela quedará para el recuerdo.

Comunicado: Valoración de la Fundación San Rosendo

La Fundación San Rosendo ha elaborado un comunidado para explicar la situación. «El pasado 28 de diciembre de 2020 se realizó un cribado entre los usuarios y trabajadores de la residencia de Xove (Lugo), después de varios positivos que se habían detectado previamente. Como resultado, 14 usuarios y 5 trabajadores del centro dieron positivo. - El 29 de diciembre, con el consentimiento de las familias y las consellerías de Sanidad y Política Social, se acordó proceder al traslado de 11 de los usuarios positivos al centro de Os Gozos, en el concello de O Pereiro de Aguiar (Ourense). El traslado fue realizado por el servicio de ambulancias adscrito al Hospital de Burela, al que le corresponde el centro de mayores de Xove. En el centro de Os Gozos, la Fundación San Rosendo dispone de una planta independiente (con entradas y salidas propias) equipada con medios y personal especializado para atender usuarios positivos de Covid19. Este centro es un recurso necesario para la gestión de esta pandemia, ya que permite liberar a los centros de casos positivos y contribuye a prestar una atención especializada en la patología Covid19».

«Entre las personas mayores trasladadas se encontraban dos mujeres que tenían asignada la misma habitación. Un error de identificación durante el proceso de traslado desde Xove a O Pereiro de Aguiar propició que, el 13 de enero, se certificase el fallecimiento de una de ellas, aunque equivocadamente se le asignó la identidad de su compañera. La Fundación San Rosendo lamenta profundamente el desafortunado incidente. Tras conocer el error, procedió inmediatamente a informar a las familias y ha enviado un escrito a los juzgados de Orense y Viveiro para advertir de los hechos e iniciar los trámites para repararlos. Además, ha reforzado las medidas de control y seguimiento de los usuarios que se trasladen de una residencia a otra. También ha incorporado una identificación más visual para las personas mayores cuando son trasladadas de un centro a otro y garantizar su seguimiento»

 «A pesar de la gravedad de estos, que no tienen precedente, la Fundación quiere transmitir a las familias un mensaje de tranquilidad y confianza. Este es un hecho puntual, de entre los más de 100 traslados que se han realizado desde el pasado mes de diciembre a Os Gozos».