La Voz de Asturias

¿Puede Asturias ser una potencia solar sin tener mucho sol?

Asturias

Carmen Liedo Redacción
Un panel solar

Lo importante para la generación de energía fotovoltaica no es el calor, si no que haya un nivel de radiación suficiente

03 Apr 2021. Actualizado a las 05:00 h.

La descarbonización de la región, con la clausura de las explotaciones mineras y el cierre de centrales térmicas como la de Lada, ha apurado una transición energética que va a marchas forzadas en lo que ha búsqueda de nuevas formas de energía se refiere: proyectos de plantas de hidrógeno verde, de biomasa, nuevos parques eólicos o, incluso, parques eólicos marinos, muy restringidos a la zona de costa con plataforma continental. Otra opción es la energía fotovoltaica pero ¿puede Asturias ser una potencia solar sin tener mucho sol?

Alemania bien podría ser el espejo en el que mirarse. El país germano, con mucho menos recurso solar, tiene jornadas en las que la producción de electricidad de origen fotovoltaico es superior a la de España, Francia, Portugal e Italia juntas. Hay días que genera cinco veces más energía solar que España, país el nuestro que se caracteriza por el sol, sobre todo en la zonas centro, este y sur del país, siendo la cornisa cantábrica la que tiene menos horas de sol por su climatología. Sin embargo, teniendo en cuenta la experiencia de Alemania, la comunidad asturiana podría tener opciones de ser una potencia solar.

¿Puede serlo? La pregunta se le pone sobre la mesa a María José Suárez López, profesora e investigadora del Área de Máquinas y Motores Térmicos del Departamento de Energía y recientemente nombrada directora de Área de Eficiencia Energética, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Nuevo Vicerrectorado de Sostenibilidad, Movilidad y Medio Ambiente. En opinión de esta experta, Asturias sí tiene potencial para un aprovechamiento importante de la energía fotovoltaica porque lo importante es que haya un nivel de radiación suficiente. Según precisa, lo importante es que haya más radiación pero no es necesario que haga calor porque «el calor perjudica el rendimiento de los módulos fotovoltaicos», indica.

A modo de ejemplo comenta «que en la zona de León se puede producir más energía solar en un día despejado de invierno que en un día de calor de verano. Lo que se aprovecha es la radiación directa del sol, no el calor». Esto se debe, añade, «a que la elevada temperatura perjudica a las células fotovoltaicas», lo que ha llevado a que en algunas zonas del sur se haya probado a refrigerar con agua, aunque el resultado no supuso un aumento tan significativo de la generación eléctrica.

La profesora del Departamento de Energía explica que «hace tiempo era impensable que Asturias pudiera ser una potencia solar, no porque no tenga nivel de radiación suficiente, si no por el precio de la tecnología». Sin embargo, asegura que «ahora el mercado se está moviendo mucho» y eso posibilita que a nivel particular o empresarial haya quien se anime a instalar módulos fotovoltaicos en las cubiertas de los edificios o en parcelas anexas. Es más, considera que el actual es buen momento para pensar en esta energía porque «el nivel de radiación es suficiente para que en ocho años se pueda amortizar una instalación para el aprovechamiento de la energía solar».

«Si la instalación se dimensiona correctamente, puede dar buena rentabilidad con los precios actuales de los equipos, que ahora están asequibles. Antes aquí en Asturias, una instalación pequeña se tardaba hasta 25 años en amortizar. Ahora se amortiza en 7 u 8 años», expone. De hecho, precisa que son numerosas las empresas que están apostando por instalar módulos solares en sus instalaciones para autoabastecerse.

Una energía dirigida al autoconsumo

Eso sí, apunta que lo que hay que hacer bien es analizar la cantidad de energía que una empresa o un particular necesita. «Hay que analizar el consumo eléctrico a lo largo de un año y dimensionar las instalaciones para esa demanda para que la planta fotovoltaica no genere un exceso». Esto se debe a que las compañías eléctricas apuestan por un intercambio continuo de energía y no quieren que en las instalaciones de empresas o particulares se produzca más energía de la que consumen para evitar tener que abonar primas por el excedente de energía. «La energía fotovoltaica está más pensada para el autoconsumo», señala María José Suárez, que considera que otro beneficio es para quien tiene una instalación de este tipo es que de alguna manera se garantiza el abastecimiento, «mientras que cuando la energía se produce a gran distancia, puede haber más problemas de distribución».

Lo que no ve posible la también directora de Área de Eficiencia Energética, Sostenibilidad y Medio Ambiente es una producción de energía fotovoltaica a nivel industrial «porque eso chocaría con la legislación vigente» y por eso insiste en que «la energía solar fotovoltaica está más pensada al autoconsumo, por lo que los huertos solares que hay en nuestro país, en zonas como Castilla y León o Andalucía, son anteriores a la actual normativa. Aún así, afirma que las empresas eléctricas están potenciando que a nivel particular o empresarial se instalen plantas para cubrir sus necesidades.


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