El alza en los precios de materiales amenaza con paralizar obras en Asturias

Desde hace meses comenzó un incremento constante en precios de materiales imprescindibles para el desarrollo de las obras de construcción que no ha dejado de detenerse, con aumentos, como en el caso del PVC, que llegan a multiplicar por cuatro los costes del pasado mes de enero. Y el alza no se ha detenido sino que sigue aumentando. La situación ha llegado a un punto en que amenaza con paralizar algunas de las obras puestas en marcha en Asturias.

Así lo indica el presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon), Joel García, preocupado por el impacto que pudiera tener la inestabilidad al alza de los precios en los materiales a la hora de concluir algunos de los proyectos ya iniciados en el Principado en un momento, además, en el que la expectativa del aterrizaje de fondos europeos prometía una pequeña edad de oro para el sector. «La última vez que yo pregunté a los jefes de obra míos, el precio de la tubería estaba un 200% más cara que hace dos meses», explica García. Todos los derivados del petróleo han experimentado subida, pero además el PVC resulta fundamental para la canalización, para abastecimientos, saneamiento, «es un problema para la viabilidad de las obras y serio» recalca el presidente de la patronal de la construcción.

En estos momento, según detalla García «lo único que no está subiendo ahora mismo son las materias primas que se producen en Asturias, áridos, cementos» y añade que incluso hay incremento de precios en la madera a pesar de que, al menos en el Principado, hay stock suficiente. García señala que no se explica el fenómeno que achaca a la especulación y reclamó a la administración que tome medidas de control de precios «lo que compete a obra pública es volver a la revisión de precios, instrumentalizar un mecanismo de urgencia o de lo contrario habrá que parar».

El presidente de CAC-Asprocon apunta la importancia de contar con una cierta estabildad a la hora de planificar las obras ya que «tú haces un estudio para una obra que se licitó en el invierno pasado si sube un 100% o un 200% estás muerto, hay que parar».

La preocupación por estas subidas traspasa a Asturias y el sector ya ha empezado a dar la alarma en otras comunidades. El aluminio, empleado en el revestimiento de los edificios se incrementó en un 63,81 % en un año. La tonelada ya alcanza los 1.300 euros. El cobre superó la barrera de los 8.000 euros por tonelada, siendo su incremento del 89,85 % en el último año. Esta subida generalizada provoca que el coste final de las construcciones se haya incrementado hasta ahora en un 15%, según denunciaron las constructoras gallegas.

En el sector de las obras este incremento se detecta en los costes de las estructuras (17 %) y en las cimentaciones (13,4 %). Por ejemplo, en diciembre del año pasado comprar una tonelada de acero corrugado costaba 520 euros. Hoy en día, ya ha superado la barrera de los mil euros. Este material constituye el nivel cero de cualquier construcción junto al hierro y el cemento. Su suministro podría proceder de España y de otros países europeos como Francia, Italia o Alemania, pero cuando responde a una obra de gran volumen es más rentable importarlo desde China o Brasil, según indicaron.

Todo ello sucede cuando los constructores de Asturias esperaban un año con aumento de empleo y proyectos. En la asamblea de Asprocon celebrada la semana pasada, García señaló que desde enero se han contratado unos 500 trabajadores, un 4,6 por ciento más hasta alcanzar los 25.700 empleados incluyendo los autónomos.

Otras de las cifras desglosadas son que en obra pública, durante los cinco primeros meses del año se licitaron 500 actuaciones por valor de 227 millones de euros, también el mejor registro de la última década y un 36,6 por ciento por encima de la de 2020 gracias, especialmente, a la inversión del gobierno central, que aporta siete de cada diez euros licitados.

Si hablamos de vivienda, entre enero y mayo de este año se iniciaron en Asturias 644, lo que supone un descenso del 29% debido a la caída de la construcción en planta, pero en contraste con el fuerte aumento de las viviendas unifamiliares que ha crecido un 61%.