La Voz de Asturias

Llevar a los niños al colegio, trabajar en el campo o retejar: el fraude se dispara con las bajas del coronavirus y el teletrabajo

Asturias

Luis Fernández Redacción

Los detectives privados constatan un importante incremento de su trabajo debido a incumplimientos relacionados con la pandemia

28 Sep 2021. Actualizado a las 05:00 h.

En el país de la picaresca, la trampa está a la orden del día. Ningún asunto, por delicado que sea, se resiste a los defraudadores, que aprovechan el mínimo resquicio para sacar provecho. Y, aunque son una minoría, también ocurre con el coronavirus. Mientras que milones de personas han cumplido las restricciones de forma estricta para frenar la pandemia, los hay que han utilizado el virus para conseguir bajas injustificadas o para escaquearse con el teletrabajo. Por este motivo, las empresas han intensificado la contratación de detectives privados con el objetivo de acreditar los incumplimientos de sus empleados. Hay agencias en Asturias que aseguran que han incrementado los casos hasta en un 40%.

María José Cueto y Carlos Argüelles son socios en Tesca Detectives. Los dos profesionales señalan que con la pandemia se ha incrementado de forma considerable el número de informes que realizan, especialmente en el ámbito laboral. Según explican, los fraudes suelen ser de dos tipos. «Por un lado están las bajas. Hay gente que ha aprovechado las facilidades para la obtención de las bajas, ya que solo con llamar y decir que eras un contacto estrecho se daban», detalla Argüelles, quien matiza   que «en la mayoría de los casos era verdad, pero hay quien aprovechó estas facilidades para defraudar».

Según sostiene el detective, han documentado casos de trabajadores que han cogido la baja y que luego se les ha visto «en los más variopintos asuntos», como por ejemplo «llevando a los críos al colegio, paseando, trabajando en el campo o incluso retejando». «Esto es un fraude importante», asevera.

Por otro lado, los dos socios también han llevado fraudes relacionados con el teletrabajo. «Deberían estar trabajando en casa pero en realidad se estaban escaqueando todo lo escaqueable», relata Cueto. En conjunto, el trabajo de los dos socios en este campo se ha incrementado un 40% con la pandemia.

Tipo de pruebas

Los detectives explican que el seguimiento que realizan depende del tipo de persona. «Te reúnes con el cliente, diseñas una estrategia y realizas un par de días de muestre», detalla Argüelles. «En ese periodo compruebas si tiene sentido continuar en función de si detectas picaresca o no y de su forma de actuar», añade. Posteriormente, elaboran un informe que, en caso de que terminen en juicio, se aporta como prueba. En ese caso de que el conflicto termine en los tribunales, los detectives participan como testigos.

En la mayoría de los casos, una vez reunidas las pruebas, empresa y trabajador suelen llegar a un acuerdo, pero hay ocasiones en las que no. Cuando eso se produce, el proceso acaba en juicio y ahí se decide si el despido (en caso de que sea la opción elegida por la empresa) es procedente, improcedente o nulo. En los casos menos graves, puede ser la suspensión temporal de empleo y sueldo y estos conflictos suelen solucionarse por acuerdo entre las partes antes de llegar a los tribunales.

Cueto y Argüelles especifican que las pruebas que aportan en estos casos son «fotográficas y videográficas». «Lo que no podemos, lógicamente, es utilizar medios que vulneren el derecho a la intimidad. Podemos tomar imágenes en lugares públicos pero, por ejemplo, no podemos grabar a nadie en su casa», concretan. Además, puntualizan que «solo pueden utilizarse conversaciones grabadas en las que tú participas, no puedes grabar conversaciones de terceros ni wasap de terceros porque son privadas». En este sentido, aclaran que «hay empresas que consideran que sí el móvil es de empresa sí se puede utilizar, pero no es así».

El negocio de los detectives se ha incrementado con la pandemia en Asturias aunque, como en todas las ramas de actividad, no todas las empresas han aumentado su trabajo. «Yo no digo que en ciudades más grandes esté pasando, pero al menos nosotros en Asturias no lo estamos notando», asegura el responsable de otra agencia que no ha constatado un repunte de su actividades por este motivo.


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