La Voz de Asturias

La falta de orquestas dificulta la vuelta de las fiestas de prau

Asturias

Carmen Liedo Redacción
El dúo K Libre

La desaparición de grupos musicales y la disminución de los presupuestos para festejos hace que el sector del espectáculo se mantenga «inestable» tras verse duramente afectado por la pandemia

21 May 2022. Actualizado a las 05:00 h.

Si por algo se caracteriza el verano asturiano es por tener un intenso calendario de celebraciones y festejos, calendario que durante los dos últimos periodos estivales estuvo en suspenso como consecuencia de las restricciones y limitaciones impuestas para contener a la Covid-19. Con la eliminación de todas las medidas y la vuelta a la normalidad prepandémica, ayuntamientos, asociaciones y sociedades han retomado la organización de festividades tan tradicionales en la región como las populares fiestas de prau. Esto ha generado un bum en la contratación de orquestas y, por ende, la reactivación del sector del espectáculo, aunque la desaparición de grupos musicales y la disminución de los presupuestos para festejos, hace que el sector se mantenga «inestable» tras verse duramente afectado por la pandemia.

Ricardo Barbón Trapiella, delegado regional de ACOPLE (Asociación Española de Agencias y Profesionales del Espectáculo) y gerente de la empresa Chapó Eventos confirma que efectivamente se está produciendo «un bum de contrataciones» de servicios para la organización de festejos, hasta el punto que, apostilla, «parece que ni hubo pandemia ni hubo nada, todo el mundo que está en activo trabaja». Sin embargo, los efectos colaterales de la pandemia en el sector existen, explica el mismo, que señala que uno de los problemas que están teniendo los organizadores de festejos es «la escasez de orquestas». Según cifra, «han desaparecido más del 35% de las formaciones musicales de toda España». En Asturias, concretamente, de las nueve orquestas que había, «tres no salen este verano y una se ha transformado en dúo», por lo que manifiesta que «hay días puntuales en los que es imposible cubrir todos los sitios que tienen eventos» aunque se trabaje con conjuntos de las comunidades vecinas.

En su empresa de organización de eventos asegura que «estamos a tope» y que cuando se ponen en contacto con él para gestionar la contratación de alguna orquesta ya no tiene qué ofrecerle a quien le llama. «Hay fechas en las que si me llaman de cualquier zona del norte de España, no voy a poder concretar nada, no tengo nada que proponerles». En parte se debe a lo que comentaba anteriormente de que hay orquestas que han desaparecido y otras trabajan con carencias porque les falta algún componente que a causa de la pandemia se buscó otro trabajo como medio de vida para subsistir. Así, indica que «aunque parece que hay normalidad, el sector del espectáculo no está en situación de normalidad». 

El representante de ACOPLE apunta que la ley de la oferta y la demanda ha hecho que suban los precios de las actuaciones. Eso y el encarecimiento de los combustibles, «porque a las formaciones que tienen que venir de fuera se les han incrementado mucho los gastos», comenta Ricardo Barbón, que añade que eso unido a que las entidades de festejos cuentan con menos presupuesto por el parón de los años de pandemia, genera «inestabilidad» para el sector pese al boom de las contrataciones. En este sentido, hace referencia también a que hay «mucha ocupación ficticia» de empresas que contratan orquestas para todo el verano sin tener concretado el sitio en el que van a actual.

De orquesta a dúo musical

La transformación de K-libre de orquesta a dúo musical es un claro ejemplo de los efectos que ha tenido la pandemia en el sector del espectáculo asturiano. José Manuel Rodríguez, conocido por todos como Pepo, es el dueño y cantante del conjunto musical que este verano actuará con sólo dos integrantes. Varios de sus antiguos miembros, como él mismo hizo también, se buscaron otro trabajo para subsistir durante la pandemia en vista de que las restricciones y limitaciones harían imposible trabajar en el sector del espectáculo durante un tiempo indeterminado. Pepo explica que a finales de 2020, en vista de que la situación de la Covid-19 no mejoraba y con la previsión de que al año siguiente sería muy difícil que el sector del espectáculo arrancara, se decantó por realizar un cursillo de carnicero que le ha posibilitado tener trabajo hasta hace aproximadamente un mes.

Con la esperanza de que el verano de 2022 fuera diferente y que la celebración de festejos volviera a la normalidad, el propietario de K-libre trató de volver a organizar el grupo musical en enero, con poco éxito «porque la mayoría de los músicos habían buscado otro trabajo y ahora es muy difícil encontrar músicos», explica Pepo, que añade que en vista de que no iba a poder poner en marcha el conjunto en febrero o marzo, como hacía antes de la pandemia, decidió hablar con el teclista del grupo y salir como dúo. «Y trabajo estamos teniendo», asegura el cantante, que destaca que ahora están haciendo eventos que anteriormente, por la infraestructura de la orquesta, no podían hacer. «Estamos abarcando más eventos que con la orquesta», señala Pepo, que se muestra satisfecho con poder hacer y vivir de nuevo «de lo que me gusta».

Entretanto, la profesión de carnicero la deja aparcada, ya que indica que «es imposible compaginar los horarios» de los dos trabajos. «La geste tiene ganas de divertirse y las fiestas acaban como antes, a las seis de la madrugada. En mi trabajo de carnicero entraba a trabajar a las siete y es un trabajo duro, no es de estar sentado», por lo que prefiere dedicarse a uno de los dos «y hacerlo bien».

Y aunque como dúo reitera que están teniendo trabajo que les ocupa fines de semana enteros, de viernes a domingo, Pepo no descarta volver a poner en marcha la orquesta, eso sí, precisa que «cuando esté todo al cien por cien de normalidad».


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