La Voz de Asturias

La cultura del azabache será declarada bien de interés

Asturias

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2016. Letizia optó por un vestido en nude con incrustaciones de azabache.

El Principado ya poseía un yacimiento destacado en el medioevo

26 Jan 2023. Actualizado a las 22:00 h.

La Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo ha iniciado el proceso para que la cultura del azabache sea declarada bien de interés cultural (BIC) de carácter inmaterial, según la resolución que publica este jueves el Boletín Oficial del Principado (Bopa) por la que se incoa el expediente que permitirá otorgar protección patrimonial a esta industria artesana dada su relevancia cultural y social desde hace siglos, especialmente en la zona de Les Mariñes, en Villaviciosa.

La cultura del azabache posee, además, una estrecha vinculación con el Camino de Santiago desde el medievo, subraya el Gobierno regional en una nota en la que apunta que la ruta jacobea contribuyó extraordinariamente al desarrollo de la artesanía y la talla del mineral por toda Europa.

Además, apunta que la relevancia de la actividad azabachera en Compostela está sobradamente acreditada, al igual que sus conexiones con los artesanos asturianos, ya que el Principado poseía el yacimiento más cercano del mineral.

El proceso administrativo para declarar BIC la cultura del azabache se prolongará un máximo de dos años y recabará informes de la Academia de la Historia, la Universidad de Oviedo y el Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea).

Posteriormente, será el pleno del Consejo de Patrimonio el encargado de aprobar definitivamente la protección patrimonial, en caso de que los dictámenes sean favorables.

La existencia de un yacimiento de azabache de excepcional calidad en Asturias permitió, ya desde épocas remotas, su explotación minera y su aprovechamiento artesanal, de modo que surgió una cultura basada en las cualidades de este singular mineral.

Esta trayectoria histórica y artística se identifica con un área geográfica determinada, Les Mariñes de Villaviciosa y sus inmediaciones, donde pervivió la tradición minera hasta hace un par de décadas y en la que se concentra el mayor número de artesanos que aún siguen vinculados al azabache.

El oficio de azabachero, hoy aminorado en número, elabora y comercializa básicamente dos tipos de productos, por un lado, piezas tradicionales de las que generan una gran producción, y por otro, piezas de joyería que salen de talleres en los que se define un estilo propio, trabajando el diseño y una elaboración distintiva e innovadora, en una línea que incorpora nuevos materiales; informó EFE.

 


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